Muere Paco Álvarez Plasencia, voz de RNE en Canarias

Paco Álvarez Plasencia

Andrés Chaves informa desde Diario de Avisos que otro hombre de la radio se queda en el camino, Francisco M. Álvarez Plasencia, a los 60 años. Falleció ayer en Santa Cruz. A su imponente humanidad física, a su bonhomía y a su cualificación profesional en la radiodifusión unía ser hijo de uno de los grandes de la radio y la televisión en Canarias, Francisco Álvarez Galván, también fallecido prematuramente hace más de dos décadas.



Paco Álvarez, hijo, falleció el martes, víctima de complicaciones derivadas de un ACV. Era una gran persona, que había pasado por Radio Nacional de España, Televisión Española en Canarias y su propia empresa privada de publicidad, siguiendo las huellas de su padre. Los últimos años de su vida profesional discurrieron junto a un maestro de la radio y la televisión, Lito Mesa, con el que compartía tarea. Ayer, Lito se mostraba desolado por la pérdida de su amigo y colaborador. “Se despidió de mí, como cualquier día, y ya no lo volví a ver”, me dijo.

Los dos Álvarez, como digo, siguieron caminos que parecían trazados por el mismo patrón. Eran hombres de una gran vocación, con grandes dotes organizativas y con algo en común: su vocación intensa, permanente, por la comunicación. A su padre se le deben los últimos Festivales Internacionales de la Canción del Atlántico del Puerto de la Cruz, que tanto hicieron por la promoción turística de la ciudad y de Tenerife.

Paco Álvarez Galván había sido un excelente locutor y un gran monologuista. Todavía se recuerdan sus giras interpretando a Samuel Beckett con la obra Esperando a Godot. Sus éxitos estaban asegurados en cada actuación. Tenía una gran memoria y una cualidad dramática en la interpretación que cautivaba.

Su hijo Paco heredó de su padre la afición por los medios de comunicación. Hizo deportes en sus muchas modalidades e informó siempre bien y con imparcialidad. Tenía una gran capacidad para hacer amigos y estaba enamorado de la radio.

Nadie es dueño de su destino y un accidente cerebral vascular acabó con su vida, tras varias complicaciones. Tenía solo 60 años, no le tocaba esta desgracia. Su padre murió igualmente muy joven y también de forma fulminante; los dos destinos parecieron unirse.

A su hija, Lidia Álvarez de Araoz; a su madre, Inés Plasencia Rodríguez; a su hermana, Cristina, Álvarez Plasencia, y a sus sobrinos, Miguel Ángel e Inés, a toda su familia, queremos trasladar el testimonio de nuestro pesar. Difícilmente recordaremos a un mejor compañero, a una persona tan noble, dotada de cualidades humanas tan excepcionales.

Ha fallecido un gran compañero, hijo de otro gran compañero. La saga de los Galván, la breve saga, estará siempre en el recuerdo de los profesionales de la radio y la televisión en Canarias. El dolor que embarga a su familia lo compartimos sus amigos y colegas.

PACO ÁLVAREZ PLASENCIA, HIJO DE UNA LEYENDA DEL PERIODISMO TINERFEÑO
Francisco Álvarez Plasencia era comunicador como su padre, el inolvidable Paco Álvarez Galván, una leyenda del periodismo tinerfeño que da nombre incluso a un pabellón de deportes capitalino. Y, como él, por caprichos del destino, se ha ido antes de tiempo, ha tenido una muerte prematura que ha consternado no solo a su familia, sino también a sus amigos y a los compañeros de profesión. D. E. P.

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