Mònica Terribas detalla su penoso final en Catalunya Ràdio con Saül Gordillo: «herida, poco ético»

Mónica Terribas

Elnacional.cat publica que Mònica Terribas es con toda seguridad la periodista más importante de los últimos años en Catalunya. Ninguna otra como ella ha encadenado la maestría de Joaquim Maria Puyal, el mejor de su época, con dirigir y presentar el programa de referencia de los informativos en el Canal 33, La nit al dia, tan potente que tuvieron que pasarlo a TV3. Un hecho inédito en la historia de la cadena. Fue tal el impacto de su informativo que Terribas pasó a dirigir TV3 y después a dirigir el matinal estrella de la CCMA,
El matí de Catalunya Radio, con centenares de miles de oyentes y, por lo tanto, más importante que los matinales de TV3. Pero allí, de repente, quedó truncada su carrera en los medios públicos. ¿El responsable? Saül Gordillo, el entonces director de la emisora. Mònica Terribas a la hora de explicarlo fue muy prudente, demasiado viendo cómo han ido las cosas en la emisora y en su exdirector. Ahora ha hablado con más detalles en el programa donde es tertuliana, El món a RAC1.



Jordi Basté y Mònica Terribas no solo eran oponentes en la radio, son colegas y amigos. Y eso se nota. A Terribas cuesta arrancarle alguna declaración sobre su penoso final en Catalunya Ràdio. Pero para el día Mundial de la Radio, al lado de cuatro compañeros que han hecho los matinales en Catalunya (Josep Cuní, Antoni Bassas, Glòria Serra de COM Ràdio y Basté) ha vaciado el buche a la pregunta de Basté: ¿Por qué lo dejaste? Mònica Terribas: «Cuando entré sabía que era una inmensa responsabilidad. Entraba en un momento del país muy complicado. Recuerdo aquellos 7 años como si fueran 14. Es muy importante que te acompañen personas con autoridad moral para tejer un programa de esta complejidad. Comuniqué el miércoles que terminaba el viernes. Necesitaba un equipo sólido y compactado, que lo tenía, pero al mismo tiempo era fundamental tener la confianza del equipo de dirección de la emisora. Que crean en ti y te quieran. Yo tuve la certeza de que eso ya no pasaba. Desde hacía algún tiempo no pasaba. El convencimiento de que estaba en disintonia con las personas responsables de dirigir Catalunya Ràdio. Era poco ético seguir por parte de todos. Porque nos debemos a la sociedad que se merece una cohesión absoluta en el proyecto. Mi obligación fue no contribuir al ruido. Puede venir de fuera el ruido, bofetadas de fuera. Cuando eres una persona pública recibes bofetadas por existir. Lo asumes. Pero cuando desde dentro no tienes el confort emocional y profesional, la herida es demasiado grande. El desgaste. Levantarse era un problema. Sonreír a los compañeros era una excepción. Porque estás en tensión permanente. Porque no estás bien. Y cuándo no estás bien no puedes hacer micro porque es una irresponsabilidad. Cuando intentas que las cosas se solucionen y no lo consigues tu obligación es irte». Chim pum, dice Basté, consciente de que acaba de tener 5 minutos de radio excepcionales y que no puede añadir ni una coma.

Mònica Terribas acaba de explicar que sufría algo parecido al mobbing personal y profesional de su jefe, un director puesto a dedo por la CCMA que despreció a una mujer periodista, a una de las mejores. Gordillo según publicó en exclusiva EN Blau, puso de sustituta a alguien más joven y con menos carrera que Terribas, Laura Rosel. El final de Gordillo es lde sobras conocido. Terribas explica qué echó de menos con una expresión que ha traspasado Francesc Macià para aterrizar des de RAC1 a Catalunya Ràdio: «Autoridad moral». Dicho hoy es una bofetada todavía mayor. Grandiosa Terribas.

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