Luis Merino presenta su libro «Cuando la música era redonda» en la SER

Luis Merino

Luis Merino fue directivo de Prisa y una de las personas más influyentes en la radio musical de nuestro país durante mucho tiempo.
Su trayectoria ha estado vinculada a la comunicación hablada, escrita y audiovisual. Ha negociado con las compañías discográficas.
Ha producido y grabado música en directo. Ha organizado eventos musicales. Ha sido manager. Y siempre con la música y la radio como telón de fondo.



Un aprendizaje que le han convertido en una pieza clave para entender la evolución de la industria en estas décadas y parte de esa sabiduría, basada en la experiencia, la ha volcado en Cuando la música era redonda (con R de radio), un libro que nos acerca a aquellos tiempos en los que la música se podía poseer y no era etérea, como ahora.

Pocas personas han tenido tanta relación con los artistas y acumulan más anécdotas sobre música como él y parte de eso lo ha compartido en A vivir que son dos días, en la SER, donde ha estado charlando con Javier del Pino.

Mecenas de Mecano
Le recibían al ritmo de Hoy no me puedo levantar, un éxito de Mecano que no lo hubiera sido de no ser por él. Cuando salió esta canción, Merino estaba en Valencia y entre sus tareas estaba la de escuchar toda la música que salía para elegir qué ponían en la radio.

“Empecé a ponerla, pero no me di cuenta de lo buena que era hasta un viaje a Madrid que escuchamos a Chaves, en Radio Madrid FM, que la presentó con muchísima gracia, muy pasional y pensé, ‘esto es como si fuera Vainica Doble en techno y esto va a ser un pelotazo’”, recuerda.

Volvió a Valencia y habló con la discográfica del grupo que les aseguraron que les iban a dar la carta de libertad porque no había funcionado bien. Les pidió cifras y le dijeron que de los cuatro mil y pico que habían vendido, cuatro mil lo habían hecho en Valencia.

Fue entonces cuando Merino habló con su equipo y, aunque el disco había salido de Los 40 principales, volvió a entrar. “Fue el primer disco que se volvió a meter, los convencí de que no se nos podía escapar un grupo así, entró de nuevo y fue número uno”. Y lo demás, ya lo conocemos todos. Mecano se convirtió en uno de los grupos más importantes del país.

Hemos tenido un animador de público, un cómico y no podía faltar… ¡Un antiguo directivo de Prisa! Luis Merino nos acompaña para hablar de música y de «Los 40 Principales».

Luis Merino fue uno de los responsables de que se colapsara la A6 cuando se celebró el 25 aniversario de LOS40 principales. Recuerda que quiso ser previsor y pusieron 150 autobuses como lanzadera en distintos puntos de Madrid para que la gente fuese gratis.

“El problema es que la gente hizo lo que le dio la gana. El concierto empezaba a las 8 de la tarde y había un atasco en la A6 y la gente dejó allí el coche allí y durante dos horas hubo quejas de Zarzuela porque era un problema de seguridad que jamás habían previsto”.

El concierto de Elton John
Eran tiempos en los que la radio tenía el poder de traer a Elton John para que diera un concierto para 100 personas. “Recuerdo que fue una negociación muy interesante con la compañía de discos”, asegura.

Ocurrió cuando el cantante británico lanzó Songs from de west coast. Merino, muy fan del artista, le sugirió a la discográfica que le trajeran para hacer un concierto Básico y le dijeron que eso era imposible. Él insistió en que si quería ser Nº1 en España tenía que hacerlo y finalmente accedió y fue Nº1. “Hubo un problema técnico y no quedó grabado”, admitió.

El estudio Paul McCartney
Merino estaba cuando Paul McCartney vino a Madrid, en 1989, a inaugurar el estudio de radio de LOS40 Principales que lleva su nombre y que tiene increíbles vistas a las azoteas de Madrid. “Vino Paul McCartney y dijo que era el estudio más bonito del mundo porque le parecía un invernadero”, recuerda sobre aquel momento histórico.

El museo Merino
Javier del Pino contó que había estado en casa de Luis Merino y que parece un museo musical lleno de grandes joyas. “Si tú me dijeras ‘escoge una cosa y llévatela’, yo no sabría qué llevarme: el contrabajo de Sting, la guitarra de Bruce Springsteen, el bajo de Paul McCartney…”, contaba el locutor.

Merino asegura que, en caso de incendio, si tuviera que salvar alguna de esas reliquias, “probablemente sería el bajo de Paul McCartney y unas partituras manuscritas de Elton John que me regaló él”. Admite que tiene el teléfono de todos esos artistas y le contestan si llama.

Merino reconoce que tuvo que deshacerse de muchos discos porque su casa es de madera y no soportaba el peso. “Me quedé con unos 4000 LPs y unos 25.000 cds, pero en los últimos años me habré comprado otros 300 LPs más porque me sigue gustando comprarlos”, admitía.

El futuro de la radio musical
Si hay que hablar de la radio musical lo hace sin tapujos. “Esta casa es una catedral de la radio independientemente de quién oficie las misas. A veces las misas no son buenas, pero esto es una catedral y a veces se está a la altura y a veces, no”, decía sinceramente Merino sobre la casa en la que trabajó durante tantísimos años.

“Para mí la radio musical es muy importante porque yo no quiero tener tres millones de canciones en un sitio, sino que quiero saber qué coger. Creo que la radio musical tenía dos compromisos fundamentales: Uno, elegir la música que le puede gustar al oyente. Y dos, vendérsela con pasión. Es decir, prescripción y comunicación. Llegaron los estudios de mercado y en lugar de servir para ver cómo funciona lo que he decidido que voy a poner, son los estudios los que programan y, entonces, casi todas las emisoras suenan iguales y eso es un problema”, contaba sobre la realidad de la escena.

“La radio tiene que recuperar la prescripción y la comunicación y transmitir la pasión por la música porque si no, habrá perdido la batalla con las plataformas”, explica sobre lo que tendría que suceder.

Y no faltó un recuerdo a un gran compañero del que muchos guardan un bonito recuerdo: “Joaquín Luqui era eso, pasión y comunicación. No entendía técnica, no entendía nada, pero cuando te decía, ‘esto es 3, 2 o 1, tú y yo lo sabíamos’… nunca utilizó un ordenador, siempre la Olivetti”.

Sin duda, Luis Merino, testimonio vivo de la historia de la radio musical en nuestro país con mil batallas que contar, algunas de ellas, recogidas en su libro.

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