La radio en el estadio: qué hay detrás de las retransmisiones de Onda Vasca

Onda Vasca

G. Tenas escribe en deia.eus que el fútbol, el deporte rey en muchos países, no se disfrutaría con la misma pasión sin la radio. Desde que en 1922 se llevara a cabo en Montevideo la primera retransmisión futbolística de la historia en el choque que enfrentó a Brasil contra Uruguay, la relación entre el balón y las ondas hertzianas ha ido cogida de la mano.



La retransmisión de los partidos de fútbol es una de las especialidades más complicadas de cualquier medio pero, en especial, de la radio ya que no se apoya en ningún otro soporte que la voz. El locutor, además de tener un amplio conocimiento del deporte, los equipos, los jugadores, la afición y los árbitros, debe poseer la gran habilidad de narrar a la velocidad en la que se desarrolla el partido; transmitir exactamente lo que está sucediendo, tanto si hay ritmo como si no ocurre nada. Con todo lo que ello implica: facilidad de palabra, un rico vocabulario, recursos para rellenar los silencios y cierta dosis de mágica chispa para hacer vibrar al oyente. Con su ritmo veloz y su imprevisibilidad, el fútbol no es nada sencillo de contar.
“La inmediatez de la radio no la tiene nadie, el poder contar en todo momento qué está pasando y sobre todo trasladarlo”

José Manuel Monje
José Manuel Monje, experto periodista con más de 25 años en los medios y conductor del programa ‘La Movida Deportiva’ de Onda Vasca, opina que para ser un buen narrador deportivo “tienes que haber escuchado muchos programas”. “Yo tengo desde pequeño la afición de escuchar radio deportiva; crecí con José María García y la verdad es que siempre contaba con narradores tremendos de buenos. Al final escuchándolos, aprendiendo cómo lo hacían, los ritmos… llegué a tener la oportunidad y el lujazo de coincidir con algunos de los que yo escuchaba”, explica.

Ser fiel a la realidad
Debido a ese arte narrativo son muchos los aficionados que prefieren ver el partido acompañados por la radio, ya sea en casa o en el estadio. Porque los comentarios les hacen reír, se percatan de algunas partes del juego que no habían atendido o sienten que tienen una visión más global del choque futbolístico. Para Monje, el buen narrador lo que tiene que entender es el partido y saber dónde está. Sobre todo transmitir al oyente lo que está pasando pero de manera fidedigna. “¿Hay ritmo y hay ocasiones en el partido? Pues entonces lo cuento y le meto intensidad. ¿No hay ritmo de partido? Pues me paro y comentamos otras cosas, aspectos técnicos”, apunta José Manuel, quien destaca que “lo importante es que la gente no esté permanentemente sintiendo que el partido tiene una velocidad que no la tiene”.
“La gente sabe que cuando alguien le miente un día o dos pierde su credibilidad y nosotros buscamos la credibilidad total y absoluta”

José Manuel Monje
Pero la radio no sólo cuenta el partido a aquellos que no lo están viendo. Son muchos los aficionados que desde el campo o desde el salón de casa conectan con su programa para poder compartir el partido con otra gente. “Los de la radio somos los acompañantes de la grada”, cuenta Monje quien considera que “mucha gente busca ese contraste de alguien que entienden que está en el día a día del fútbol y del equipo para ver si coinciden con su opinión o no”.

La magia de la radio
Para el periodista deportivo, la radio es diferente a cualquier otro medio: “La inmediatez de la radio no la tiene nadie, poder contar en todo momento qué está pasando y sobre todo trasladarlo”, puntualiza. Monje explica que cuando uno está en el campo narrando lo que ocurre se ven muchas cosas diferentes a lo que la gente observa a través de la televisión. “La televisión va con el balón, pero el que está con el directo tiene una perspectiva global de lo que está pasando en el campo”, confiesa.

A la pregunta qué es para él la magia de la radio, lo tiene claro: “La magia es el sentir lo que está sucediendo en el césped y sobre todo el contar cómo huele eso; cuando vas a un campo de fútbol, hueles a fútbol y ese olor es lo que transmite la radio”.
Pero el fútbol está siempre presente en la radio, no sólo cuando se juegan los partidos. Durante toda la semana, los fieles seguidores escuchan atentamente los programas deportivos que analizan el choque anterior, hablan de cualquier tema de actualidad referente al equipo, hay lugar para las tertulias… El programa diario tiene un objetivo principal, según Monje: la diversión. “La gente lo que quiere es divertirse. Estamos en momentos muy complicados y lo que la gente quiere es sintonizar algo y pasarlo bien, que esté entretenido y que diga: ‘Oye, pues no tienes razón o sí tienes razón’”.
Además de la diversión, un programa deportivo, tiene que tener en cuenta la rigurosidad y la veracidad: “Somos una radio seria y tenemos muy claro que no podemos contar mentiras a la gente. La gente sabe que cuando alguien le miente un día o dos pierde su credibilidad y nosotros buscamos la credibilidad total y absoluta. En Onda Vasca todo lo que se cuenta es real y de verdad”, afirma Monje quien se muestra encantado con su grupo “espectacular” de contertulios.
Vivimos en una constante revolución tecnológica y audiovisual y aunque la radio haya variado mucho desde sus inicios, sigue estando muy presente, en particular en los estadios. Con la aparición de la televisión muchos creyeron que sería el fin de la radio, pero nada más lejos de la realidad. Ahora, con dispositivos móviles que permiten acceder a casi cualquier contenido, la radio sigue teniendo su misión y su lugar. Hay algo de mágico en hacer visualizar al oyente cada detalle de lo que ocurre en el campo de fútbol.

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