Muchas personas son reacias a decir abiertamente que se han contagiado de coronavirus, pero este no es el caso de Ignatius Farray. El cómico ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que se encuentra en cuarentena tras haberle diagnosticado Covid 19 como resultado de una prueba de antígenos. Una mala noticia que Farray ha sabido encajar con la gracia que le caracteriza. Porque ni siquiera el virus frena el gran sentido del humor del canario, que sabe reírse de todo. A pesar de ser positivo, el cómico no faltaba a su cita con La Vida Moderna, el programa de radio para el que trabaja, donde ha contado desde la comedia todos los detalles.
Ignatius les explicaba a Broncano y Quequé, sus compañeros en la Cadena SER, que se hizo la prueba porque una persona con la que había estado en contacto el pasado jueves había dado positivo por Covid. «Yo me encuentro bien. Bueno, tengo mis problemas habituales pero de salud estoy bien», ha manifestado el humorista durante el programa. Después de haber aprovechado el altavoz que más suele usar, Twitter, para hablar desde la ironía y el sarcarmo sobre su contagio. Algo con lo que no muchos se atreven por ser un tema sensible, pero que él no ha tenido miedo en tratar desde su propia experiencia y desde el meme.
El también escritor ha visto que era una buena ocasión para hacer algo de «promosio» a su libro. Así contestaba a la pregunta de un usuario que se planteaba si ahora comprar su libro era más peligroso porque podía haberlos manoseado todos.
En La Vida Moderna quiso dejar patente que cree al 100% en la calidad de la sanidad pública. Y es que el humorista está más que acostumbrado a hacerse pruebas debido a la miocardiopatía hipertrófica que padece. Él mismo cuenta como acudió a hacerse la prueba a la Fundación Jiménez Díaz donde ya se siente como en su casa: «Me muevo allí con los ojos cerrados». El canario contestaba a las coñas de sus compañeros de programa sin ningún filtro: «Me hicieron todo tipo de pruebas, análisis de sangre, me miraron los pulmones… el magnetismo personal, a ver cómo lo tengo.»
Como podéis comprobar el cómico no tiene ningún problema en bromear sobre la enfermedad que sufre desde hace un tiempo. Demostrando una vez más que para él el humor no tiene límites, o si los tiene, no los conoce.
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