Humor en las ondas y los podcasts Henar Álvarez (Cadena SER): «Tengo más alma de diva que de cómica»

Henar Álvarez

Henar Álvarez es una artista inclasificable. Así la define Goyo Jiménez en ‘Un país para reírlo’. Triunfa con podcasts como ‘Estirando el chicle’ con Carolina Iglesias y Victoria Martín y en febrero empezó con ‘2 rubias muy legales’, con Raquel Córcoles más conocida como ‘La Moderna de Pueblo’. Además, es colaboradora del programa de la Cadena Ser ‘Buenismo Bien’. “Estoy en el mejor momento de mi carrera, la verdad, soy muy feliz,” reconoce la cómica.



La humorista madrileña no se esperaba lo que le está pasando profesionalmente estos últimos años. Es de Aluche, un barrio obrero del sur de Madrid: “Si me lo dicen a la Henar de adolescente que me iba a pasar todo esto, hubiese sido como ‘¿qué dices loco?’”. Nunca pensó que se iba a dedicar a la comedia. De hecho, insiste en que no le gustaba porque no empatizaba con lo que veía. Sin embargo, cuando empezó a trabajar de guionista en programas de entretenimiento en televisión, se dio cuenta de que le gustaba mucho escribir humor.

Cuando empezó ‘Riot Comedy’ fue cuando le animaron a hacer monólogos. ¿Si escribía para otra gente, porque no escribía para ella? “Entonces me subí y ya nunca me bajé. Fue un subidón de adrenalina tan fuerte. Me aplaudieron tanto”, dice Henar Álvarez. La humorista confiesa, entre risas, que realmente solo se dedica a la comedia para que le aplaudan, que es lo que más le gusta en el mundo: “Soy un fraude y yo no tengo ansia por hacer comedia. Yo tengo ansia por poder ser querida. Tengo más alma de diva que de cómica.”

La revolución de las cómicas
Cada vez hay más mujeres cómicas y ¡menos mal! La humorista cree que está surgiendo de manera natural porque cuando se empezó a hablar de feminismo todas las cadenas de televisión querían hacer un programa con mujeres copiando formatos como, por ejemplo, ‘La Resistencia’: “No entendían que eso no podía ser, que no es un producto”. La clave, según Henar, es conocer al resto de compañeras para sentirse cómodas. El lenguaje, el rollo… “La gente lo ve como lo que es, que es ver a un grupo de amigas descojonándose y pasándoselo bien. Entonces eso no se puede fingir.”

La guionista no tiene tan claro que hagan humor activista porque lo que hacen es hablar de su vida y desde su propia experiencia. “Hablamos de lo que sucede a nuestro alrededor desde nuestro punto de vista, se entiende como activista, pero en realidad es una trampa”, afirma Henar Álvarez.

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