Historia de la radio en La Roda (1ª parte) Radio Arciprestal de La Roda y La Voz de los Llanos

La Roda (Albacete)

Cronicalaroda.es ha iniciado la publicación de una serie de artículos sobre la historia de la radio en La Roda (Albacete). En este primer capítulo se repasan las dos primeras emisoras que allí existieron: Radio Arciprestal de La Radio y La Voz de los Llanos. Prometen que la historia continuará.



Con el genial invento de Marconi los sufridos niños de la posguerra supimos que había ungüentos mágicos para los malditos sabañones que todos los inviernos nos atormentaban, el OKAL que no debía de faltar en ningún equipaje para el dolor de cabeza, el calzado “Segarra” que remplazaba a las alpargatas o el Cola Cao, que hacía que el ciclista se hiciera el dueño de la pista y que el boxeador golpeara que es un primor.

Las voces de Vicente Marco, Matías Prats, David Cubedo, Joaquín Soler Serrano, Ángel de Echenique, Juan de Toro, Lolita Cervantes, Encarna Sánchez, Petrita Tamayo y muchísimos más hicieron que olvidáramos las privaciones y estrecheces de aquellos años y nos sintiéramos felices, aunque solo fuera mientras escuchábamos sus voces junto al receptor. Con la llegada de Bobby Deglané la sopa pasó a llamarse Avecrem, condensando el pollo o la gallina en una pastilla diminuta y a los recios españoles los invitó a beber “Fundador”. Este dicharachero chileno revolucionó la radio en España. Con su verbo suelto, su simpatía y su profesionalidad, enganchó a miles de familias junta al aparato de radio y su inigualable “Cabalgata fin de semana”, acompañado por la Orquesta de Radio Madrid, dirigida por nuestro paisano Maestro Cisneros, conseguiría las más altas cotas de audiencia en un programa de entretenimiento.

Los seriales radiofónicos (radionovelas) serían durante muchos años los programas favoritos y el bálsamo para las sufridas amas de casa, que tarde tras tarde se verían reflejadas con las escenas lacrimógenas que el magnífico cuadro de actores de la SER ponía en antena; Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, Eduardo de la Cueva, Juanita Ginzo, Matilde Vilariño, Doroteo Martí, etc. Bajo la dirección de Antonio Calderón nos aficionaron al teatro en la radio, creando verdaderos éxitos radiofónicos: “Ama Rosa”, “Lo que nunca muere”, “Fray Escoba”, junto al teatro clásico de “El Teatro del Aire”, que nos recrearía a los autores más conocidos.

Las emisoras cómo Radio Nacional, Radio Madrid, la Intercontinental, Radio España y Radio Albacete, por cercanía, inundarían nuestras casas con sus programas de entretenimiento, sus guías comerciales y sus “Peticiones del oyente” con las canciones del momento. Muy pocos se escaparían sin escuchar el indicativo de… ¡AQUÍ, RADIO ANDORRA! ¡Emisora del Principado! Más de tres horas seguidas estuvieron leyendo dedicatorias para la canción de Juanito Valderrama, “El emigrante”. La emisora tenía una potencia enorme y se podía escuchar en todos los países donde los trabajadores españoles habían emigrado huyendo del hambre.

La radio en La Roda apareció a principios de los cincuenta, siendo la Iglesia la pionera en salir en las ondas con un pequeño emisor de onda media y escasa potencia, desde la sacristía de la Iglesia Parroquial: “Están ustedes sintonizando la emisora Arciprestal de La Roda”. Durante algunos meses se podía escuchar al mediodía y al atardecer. Braulio de Miguel Donate, los sacerdotes y algunos jóvenes de Acción Católica se dedicarían a mantener en funcionamiento la emisora que se centraría en las retransmisiones de los actos religiosos. Las novenas durante la estancia de la Virgen de los Remedios, el Santo Rosario y la Santa Misa serían seguidas por una audiencia incondicional y fiel de la Radio Arciprestal de La Roda.

Poco le duraría el monopolio a la radio parroquial ya que a los pocos meses surgiría la competencia de una nueva emisora. El Consejo Local del Movimiento, siguiendo los pasos de numerosas ciudades y pueblos, decide crear una emisora de radio. Tras el acuerdo se concreta en adquirir un emisor de onda media con un kilovatio de potencia e instalarla en el Hogar de la Falange del paseo de Ramón y Cajal, donde años después estaría el café bar “Goya”. En el piso superior quedaría el estudio-locutorio, la discoteca, el equipo emisor y las dependencias administrativas; la parte baja donde estaba el bar y su gran salón servirían cómo un auditorio excelente para emisiones cara al público, muy de moda en aquellos años.

La emisora comenzó a emitir en periodo de pruebas al mismo tiempo que también probaba a los muchos aspirantes a locutores y locutoras. La discoteca era tan pobre que había que surtirla de la caridad del pueblo, muchos paisanos donarían sus discos, la mayoría por carecer de gramófono o tocadiscos. Martinico también donó un disco de pizarra con los pasodobles “Manolete” y “El gato montés”, que por la noche me dedicarían en un programa dedicado a los benefactores. Durante las pruebas, llegaban controles desde los más remotos lugares del suelo patrio. Cartas de escuchas desde Andalucía, Portugal, Asturias o Catalunya eran leídas con gran alegría ante el micrófono por las aspirantes a locutoras.

Varios fueron los nombres que se utilizaron durante las emisiones en pruebas hasta dar con el definitivo, desde el primer Radio Falange de La Roda pasando por La Voz de la Mancha -que ya utilizaban desde Socuéllamos- hasta La Voz de los Llanos, que sería el que se adoptaría como propio. En esta etapa la competencia con la  Emisora Arciprestal se estableció de tal manera que se dio la circunstancia de que ambas emisoras hacían un programa para niños donde estos mostraban sus habilidades como cantantes, rapsodas, humoristas y cualquier cosa que un niño sin vergüenza ante el micrófono se atreviera. Los presentadores del concurso -rara coincidencia- eran de profesión practicantes procedentes de la barbería: Braulio y Viriato intentaban suavizar sus relaciones con la parroquia infantil.

Durante su singladura (cerca de diez años) pasaron por sus estudios infinidad de personajes que fueron entrevistados por los locutores más habituales: Juan Sevilla, Toñi Charco, Milagros ¿?, Eduardo Grande y por su director, Federico García Casas. Muchos colaboradores hicieron populares sus espacios, uno de ellos, Braulio de Miguel Donate con su “Molino Blanco” diario pondría en las ondas su crítica opinión sobre los hechos que acontecían en la villa. Junto a la programación diaria, “Peticiones del Oyente” tenía una considerable audiencia ampliada por los “Amigos de La Voz de los Llanos”, que por una pequeña cuota tenían derecho a solicitar dos  peticiones mensuales, el diario hablado de RNE (el parte) tarde y noche obligatoriamente y las notas de la alcaldía o del Movimiento, que venían a ser lo mismo.

De los programas especiales por algún motivo, seguramente el que contó con mayor arraigo fue el de la “Campaña de Navidad” que año tras año se desarrollaba durante el mes de diciembre. Don Pedro, aquel cura holandés de aspecto impresionante, comparándolo con los españolitos de entonces, recibía y atendía las llamadas por teléfono de los fieles que querían contribuir a la causa. ¿Don Pedro? ¡Sí, al apagato! Que quería dar diez duros para que se tome usté una copica de Magno, la copa corre por mi cuenta, ¿me sescucha? Muy bien hijo, dime tu dirección… ¡Riing, riing! Otra llamada en antena, sí, ¿dija? ¡Don Pedro, que doy cien pesetas para que no se beba esa porquería! Gracias y que Dios te lo page amijo, contestaba el orondo y sonrojado cura de los Países Bajos, mientras apuraba la copa que le habían servido y pedía otra, con la seguridad de que seguidamente llamaría el primero para aumentar la puja. Los músicos locales junto a los cantantes y acompañantes recorrerían todas las calles del pueblo recaudando fondos para que los pobres tuvieran algo que llevarse a la boca en fechas tan señaladas.

Con el paso del tiempo la Emisora Arciprestal echó el cierre obligada por la autoridad eclesiástica que, al fundar la Cadena de Ondas Populares (COPE) y contando con un centro emisor en cada provincia, cerró todas las emisoras parroquiales. Con todo ello aún retransmitió en alguna ocasión las novenas de la Virgen y alguna misa especial. Pocos años después cerraría definitivamente y cómo decía Pepe Iglesias “El Zorro” de su personaje: “del finado Fernández nunca más se supo”.

La Voz de los Llanos continuó dentro de la cadena, Red de Emisoras del Movimiento (REM) durante algunos años hasta que se vio obligada al cierre al llegar la señal de TVE con cierta nitidez a La Roda; obligada por el ente a realizar unos ajustes y poner unos filtros, ya que interfería en las emisiones televisivas. Bien porque no interesaba, ya que los ingresos publicitarios no eran suficientes para su mantenimiento y el gasto que suponía el remplazo del emisor no era rentable, se clausuró definitivamente sin pena ni gloria, perdiéndose un archivo sonoro importante y una discoteca considerable.

En los primeros meses de emisión de las dos estaciones de radio la venta de receptores aumentó de forma espectacular. Durante los primeros meses de emisión la radiofrecuencia hacía que las luces de las viviendas cercanas al centro emisor permanecieran encendidas durante el tiempo que estuviera emitiendo, eso sí, tenuemente.

En un programa cara al público con un auditorio rebosante, los artistas locales Miguel González, Benjamín y su guitarra, Nicolás Ruipérez, su bandoneón y sus tangos, Trinita Sotos y José A. Sáez, acompañados por el maestro y profesor Enrique Escobar al piano y muchos que se quedan en el tintero, junto a los concursos y entrevistas, dieron una noche al estilo de “Cabalgata fin de Semana” en versión manchega.

La Voz de los Llanos hizo la primera retransmisión deportiva desde el campo de fútbol de Villena en un partido de ascenso a 3ª división contra La Roda. Eduardo Grande hizo de Matías Prats con un seguimiento extraordinario.

Continuará…

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