21.09.2025.- Erika Álvarez escribe en gasteizhoy.com que de niño jugaba en el pueblo a presentar el ‘Un, dos, tres’ con sus primas. Lo hacía tan en serio que ya entonces, con apenas tres años, tenía claro cuál era su destino: estar delante de una cámara. “Yo sabía desde pequeño que me quería dedicar a presentar en televisión, lo tenía clarísimo”, recuerda hoy Gorka Rodríguez, periodista vitoriano.
Su primera conexión con la comunicación llegó a través de la radio local. “Mi madre escuchaba muchísimo Radio Gorbea. Íbamos a entregar cartas de felicitación y siempre esperábamos que nos pusieran la canción que pedíamos. Incluso alguna vez me llevaba a las instalaciones”, explica. La televisión, en cambio, le parecía un mundo más lejano. Hasta que, con 14 años, se presentó al casting de Canal Gasteiz. “Nunca me llamaron, era solo un crío, pero lo intenté”, cuenta entre risas.
Ese sueño infantil lo llevó pronto a salir de su ciudad natal. Pasó seis años en Barcelona y en 2006 dio el salto a Madrid, donde empezó a trabajar como redactor en programas como ‘Gran Hermano’. “Ser redactor es el trabajo más bonito que hay, porque es el más creativo, te permite hacer muchas cosas. Pero a mí no me llenaba lo suficiente, porque yo quería ponerme delante de la cámara».
De redactor a presentador
Gorka acumuló experiencia en programas tan dispares como ‘Qué tiempo tan feliz’, ‘Vaya Fauna’ o ‘Mi madre cocina mejor que la tuya’. Una etapa dura y exigente, que recuerda con sentimientos encontrados: «Sufrí en muchos momentos, había cosas que no terminaba de entender. Aprendí mucho de lo que es un programa muy grande y guardo buenos recuerdos, pero también duros. Lo disfruté, pero mi camino no estaba ahí».
Su gran oportunidad llegó en Aragón TV, donde se puso al frente de ‘Aragón en abierto’. “De primeras intenté disimular que estaba acojonado. Era un programa enorme, todo pasaba por mis manos. En muchos momentos pensaba que se habían equivocado cogiéndome a mí, que soy vasco y no sabía nada de Aragón», recuerda con humildad.
Al final, cuando la experiencia superó sus miedos, Gorka terminó disfrutándolo. El secreto, expresa, está en disfrutar de todo, hasta de los errores: «Yo, que era tan perfectito, aprendí a no ser nada perfecto y que ahí radica el encanto».
Durante cuatro años fue un rostro cercano para la audiencia aragonesa. Pero aún le quedaban pasos por dar.
El salto a TVE
En 2024, RTVE apostó por él para presentar ‘El Cazador Stars’, la versión con famosos del exitoso concurso de La 1. «Me enfrenté a ello en otro momento de la vida, empecé a grabar el día que cumplía 42 años. Hicimos en algunos momentos muy buenos líderes de audiencia, pero luego no tuvo mucho éxito. Te mentalizas de que has dado un paso importante y hay que saber mantenerse ahí».
El programa le dio visibilidad, pero también presión. Lo asumió con serenidad y ganas de crecer: «Cuando me llamaron de ‘El Cazador Stars’ pensaba que se habían cumplido todos mis sueños. Pero de repente aparece mi propio programa en Radio Nacional”.
La radio, su terreno natural
La radio siempre ha sido su lugar de confianza. “Es tranquilidad, es diversión, hay mucha química con la gente. Me siento mucho más yo. En la radio en directo me puedo mostrar tal y como soy”, asegura.
Ahora conduce ‘El Despertador de RNE’, cada madrugada de 4 a 6. Un reto con un horario poco habitual, pero que Gorka afronta con entusiasmo. “Pasan a recogerme a las 2:15 de la mañana. La gente siempre se escandaliza, pero no es tan duro, la noche no es tan larga como parece», indica. Eso sí, cuando suena el despertador, Gorka cuenta entre risas que le entra «un sarpullido por dentro».
Pero su ilusión puede al sueño. «Ahora estamos abriendo teléfonos y me llaman tanto un chaval de 22 años que madruga como una señora de 90 que no puede dormir. Y son tan cariñosos y tan agradecidos… Yo estoy encantadísimo. La ilusión puede con todo, me levanto con ganas de ir”, comenta.
Este verano también cumplió otro sueño: participar como padrino en el ‘Grand Prix’, el programa con el que creció. «Ramón García para los de mi quinta es el presentador en mayúsculas, ya me estoy emocionando al decirlo. Perdimos y fue muy triste, lo sentí como si fuera mi pueblo, pero le puse todo el corazón».
Vitoria, siempre presente
Aunque su carrera se desarrolla en Madrid, Gorka nunca ha perdido el vínculo con su ciudad. «A Vitoria sigo volviendo, paso ahí todas las navidades, vacaciones, fiestas de La Blanca en los últimos años he ido a todas. Mis padres viven allá… tengo mucha conexión. Vitoria está ahí muy presente», recalca.
Y cuando mira hacia atrás y recuerda aquel niño que soñaba con ser presentador, reflexiona sobre los sueños y las ilusiones. «Ahora con las redes sociales es más fácil saber lo que hay. Pero cuando era pequeño, a comienzos de los 90, pensaba que lo que soñaba no se iba a dar. Y ahora miro atrás y pienso: hostia, es que los sueños se pueden cumplir. Es cuestión de encontrar la manera».
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