El día que la SER despidió a Gemma Nierga, voz inconfundible de la cadena durante tres décadas, se abrió una nueva etapa profesional para la periodista. «Al principio sientes vértigo y miedo, pero no hay que hacerse la víctima ni lamentarse». Colabora con Catalunya Ràdio y anuncia que prepara un programa para TV3.
La audiencia que sigue a la periodista fuera de Catalunya la puede ver en El programa de Ana Rosa y, este domingo, en el especial de los Oscar que presentará en Movistar +. «Es un lujo poder trabajar viendo la gala en directo», dice.
No para. Y, mientras, recoge el cariño que sus oyentes de siempre le están demostrando desde que dejó de sonar en Hoy por Hoy. «Cuando vienes de una situación en la que has sentido poco cariño y respeto, lo valoras doblemente», explica la locutora, que sigue sin ser capaz, «de momento», de escuchar la SER. «Es pronto y me dolería un poquito oír las voces de mis compañeros». Le ha entrevistado David Saiz para ecoteuve.es
– El domingo presenta el especial de los Oscar que emite Movistar+ (desde las 23.30). ¿Ha visto todas las películas que compiten en los Oscar?
– Me falta solo Call me by your name, que todo el mundo dice que me va a encantar. La he dejado para el final. He visto todas las demás y este año ha habido una cosecha muy rica e interesante.
– ¿Esta colaboración con Movistar+ es el principio de algo más?
– Es una colaboración puntual para la ceremonia de los Oscar. Para mí es un lujo poder trabajar viendo la gala en directo. Ahora me estoy comprometiendo en Catalunya con TV3 para hacer un programa y no creo que tenga tiempo de más. Lo que me he dado cuenta desde septiembre es que no tengo ni idea, profesionalmente, de lo que va a ocurrir conmigo en el próximo mes. Me van saliendo ofertas, rechazo muchas y acepto algunas que me resultan muy interesantes.
– ¿Ha cogido el punto a esa incertidumbre que también puede ser positiva?
– Sí, es una incertidumbre que te puede aportar mucho. Cuando dejas una zona de trabajo cómoda y una seguridad laboral a la que todos en algún momento hemos aspirado, te puede el miedo y el vértigo. Pero superada esa etapa -en mi caso no ha sido muy larga- y cuando me di cuenta que me empezaban a llegar llamadas que me mostraban respeto y cariño, yo misma me dije ‘basta ya’. No hay que hacerse la víctima, no hay que lamentarse y lo que hay que hacer es trabajar. Sentarse delante del ordenador, abrir un documento y escribir las ideas que tienes y lo que quieres hacer.
– ¿Qué tipo de programa va a hacer en TV3?
– No puedo contarlo todavía. Pero sí. Ellos se han interesado en que yo trabajara allí, hemos hablado de ideas que tenían y nos vamos a poner a trabajar en un programa muy interesante.
– Llega a una TV3 que está en el punto de mira y muy cuestionada.
– TV3 es una cadena que hace programas fantásticos y es injusto que esté en el punto de mira y que se convierta en un juguete para algunos políticos que discuten por quién se quedará con su mando. Yo distingo muy bien las ganas de los políticos de mandar allí con los compañeros que trabajan y que son fantásticos. Yo he ido trabajando en TV3 de forma intermitente desde hace mucho tiempo y no ha cambiado. La cantera televisiva de TV3 es muy rica y trabajando allí se aprende porque hace muy buena televisión.
– Catalunya lleva meses siendo el epicentro de la actualidad política. ¿Cómo está viviendo esta etapa tan convulsa en su tierra sin estar en primera línea informativa?
– Como la mayoría de catalanes: con mucho hartazgo y con la incertidumbre y las ganas de tener por fin un Gobierno.
– Tras su despido de la SER, el público se ha reencontrado con usted gracias a la colaboración que hace en El programa de AR. ¿Cómo surgió?
– Ana Rosa me planteó una sección de denuncia social, que es una temática que me hace sentir cómoda, y ha sido un descubrimiento. No conocía personalmente a Ana Rosa y trabajo muy cómoda con ella y con su equipo. También colaboro en Catalunya Ràdio y con Marie Claire, para quien hago una entrevista mensual. Soy periodista y, al final, hago el mismo trabajo de siempre, pero expuesto a través de otras plataformas.
– En los últimos meses ha destacado las grandes muestras de cariño que está recibiendo. ¿No se lo esperaba?
– Yo soy muy agradecida con la gente que me demuestra cariño, pero si sales de una situación en la que has sentido poco cariño y respeto, valoras doblemente el respeto y el cariño de los compañeros y los oyentes. A mí cada día se me acercan dos o tres personas y me dicen que me echan de menos. Y eso yo lo agradezco mucho, de verdad.
– ¿Ha vuelto a escuchar la SER?
– De momento no. Pero no por rechazo a la Cadena SER, que es mi radio y lo va a ser siempre. Creo que todavía es pronto y me dolería un poquito oír las voces de mis compañeros en antena. Lo pospongo, pero estoy segura de que volveré a ser la oyente más fiel de la SER. Ahora necesito un tiempo de distancia que me está viniendo muy bien: encontrar otros caminos profesionales o descubrir otras sintonías.
– ¿Qué escucha Gemma Nierga cuando se despierta por la mañana?
– Ahora estoy escuchando radios catalanas, como RAC 1, con Jordi Basté. Pero también Catalunya Ràdio, Onda Cero, RNE… Yo soy una gran oyente de radio y siempre la tengo en marcha. Menos cuando van mis hijos en el coche, que me obligan a escuchar música moderna. Estoy súper puesta en lo último (risas).
– Seguro que escuchan la música de OT.
– No creas. Ràdio Flaixbac. La tenemos puesta todo el día en el coche (risas).
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