La Voz de Galicia informa que A Terra Chá perdió este viernes a una de las voces que relató su actualidad durante años.
Paulino Blanco Álvarez falleció a los 62 años en su casa de San Xoán de Sistallo, en Cospeito, por problemas de salud que acarreaba desde su juventud.
Aunque llevaba tiempo jubilado, el lucense dejó marcada a toda la comarca por su trabajo en Radio Principal Vilalba y también por su cercanía y preocupación por los problemas de sus vecinos.
Además fue un pilar fundamental en la defensa de la sanidad, como afectado por ser el primer lucense trasplantado de riñón, fue presidente de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer).
Está siendo velado en el tanatorio de Cospeito y su entierro será este sábado a las 19.00 horas.
Paulino Blanco nació en Cospeito en 1961. Su vinculación con la comarca en la que creció la demostró a través de las ondas radiofónicas.
Trabajó como periodista en Radio Principal Vilalba durante muchos años, una emisora asociada primero con Onda Cero y, después, con la SER.
El dueño, Fidel Fernán, tuvo también una televisión local en la Terra Chá en la que trabajó Paulino.
El lucense acompañaba cada día a los chairegos con su actualidad política, historias y también fiestas.
Siempre desde la cercanía y dándole voz a quien lo necesitase.
Desde los 19 años padecía una enfermedad en los riñones que hizo que se prejubilase antes de tiempo. A sus 21 años, en 1982, fue el primer lucense en ser trasplantado en Santiago de Compostela con el riñón de una persona fallecida, la de un joven de su edad que había perdido la vida en un accidente.
El riñón le funcionó durante 36 años y después pasó a ser dependiente de la diálisis. Fue un hecho que siempre le marcó y por eso se puso al frente de las reivindicaciones de los enfermos renales.
Fue presidente de Alcer en Lugo y aprovechó su situación personal para dar visibilidad a su situación.
En los últimos años, con la subida del precio de la luz, como paciente de diálisis, envió un escrito a la propia Moncloa por al alto coste que suponía un tratamiento que era esencial para miles de personas.
Paulino Blanco continuaba viviendo en la Casa Genoveva de Sistallo con su madre, que siempre se sacrificó para que su delicada salud no le impidiese disfrutar.
Este viernes a los 62 años su voz se apagaba después de haber sido altavoz de chairegos, vecinos, amigos y enfermos.
El funeral será este sábado a las 19.00 horas y será enterrado en la iglesia parroquial de San Xoán de Sistallo.
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