C. Ortiz escribe en elcorreo.com: Cercana, localista, formativa y autosuficiente económicamente. Así era Radio Juventud. La primera emisora que abrió sus puertas en Miranda de Ebro allá por 1955, convirtiéndose también en la primera que legalmente, con concesión administrativa, emitía en la provincia fuera de la capital, donde antes, en 1933, ya había iniciado sus emisiones Radio Castilla.
Efemérides que recuerda la exposición ‘Burgos: Historia(s) de la radio’, que hasta el día 15 se puede visitar en la Casa de Cultura.
Una muestra ligada a un libro, que se publicó en el mes de febrero, y que a través de paneles explicativos y fotográficos –6 de ellos centrados en Miranda–, narra los acontecimientos más destacados de la radiodifusión de la provincia, al tiempo que reivindica la labor de servicio público de «unos medios de proximidad que están en crisis», tal y como reconoce José María Chomón, profesor de Comunicación de la UBU, encargado de coordinar el proyecto.
Y es que lo económico, que no lo informativo, lleva a que lo nacional le gane terreno a lo local, limitando el número de horas de desconexiones para atender lo cercano y abrir el micrófono a las voces de la ciudad.
Aunque Radio Juventud, la única operativa hasta la llegada de la democracia, era «una emisora del régimen y orientada a la ideologización de la población», en aquellos momentos, contribuyó a informar de lo más cercano. «Tuvo cierta notoriedad porque no había otra cosa; y también porque estuvo muy orientada al periodismo de proximidad, muy conectada con el ámbito geográfico en el que se escuchaba. Casi toda la programación era de las cosas que pasaban en Miranda. Prácticamente no había nacional».
Lo contrario de lo que ocurre ahora por problemas tecnológicos pero, sobre todo, de personal. Y es que «una de las maneras que están teniendo las empresas de rentabilizar su producto es ampliando los ámbitos nacionales y disminuyendo los locales, quitando profesionales», lamenta Chomón; para quien esa forma de ver el negocio es «un error y, además, empobrece la pluralidad mediática en los ámbitos locales».
Tiene claro que cuando hablamos de la ‘España vaciada’, además de tener en cuenta servicios básicos, también se debería atender la importancia de los contenidos mediáticos. «La población debe tener la oportunidad de dirigirse a los medios para informarse o para denunciar cualquier cosa que considere oportuno».
Algo cada vez más difícil porque «se están desmantelando los contenidos locales y no por el interés general, sino por el económico». Información de proximidad, en este caso en la provincia de Burgos, que reivindica tanto la exposición que se puede ver en la Casa de Cultura como el libro editado hace unos meses, con el apoyo de la Diputación, sobre la historia de la radio en el territorio. «Los medios tienen un rendimiento social, de servicio público, no evaluable económicamente que hay que tener en cuenta y que no se puede medir», zanjó.
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