«Estirando el chicle» invitadas a «Días de tele» en TVE

Estirando el chicle

Estirando el chicle es un podcast de humor que se ha convertido en un verdadero fenómeno en los últimos tiempos. Presentado por Carolina Iglesias y Victoria Martín, dos cómicas, guionistas e influencers, este programa se ha convertido en un éxito en todo el país y el más escuchado de España.



Carolina y Victoria se conocieron en la Cadena SER y desde entonces han crecido juntas como profesionales. Sin embargo, ha sido su proyecto juntas, Estirando el chicle, el que las ha llevado al estrellato con 1.351.000 oyentes únicos cada mes y llenando estadios con 12.000 personas para ver su show en directo.

El podcast nació en mayo de 2020, pero la historia entre ellas empezó un par de meses antes con Válidas, una webserie autoproducida sobre dos cómicas que atraviesan un mal momento. Nada que ver con lo que les pasa en la vida real a sus protagonistas. El éxito de Estirando el chicle se ha materializado en varios premios, incluyendo el premio Ondas de Radio 2021 a ‘Mejor podcast’. Además, el show en vivo ha sido un éxito rotundo, con todas las entradas para su actuación en el Wizink Center agotadas en menos de 24 horas.

¿Por qué Estirando el chicle se ha convertido en un fenómeno de masas?
Estirando el chicle se ha convertido en una especie de fenómeno social, con un público generalmente millennial y de la Generación Z que ha encontrado en este programa una forma de entretenimiento enriquecedora y llena de humor. Un espacio en el que se tratan temas que solían ser tabús, siempre desde una perspectiva femenina, como el sexo, el amor o la menstruación, que, tradicionalmente, no se trataban con humor.

El triunfo se debe, en parte, a su enfoque en la comedia y la sátira sobre la actualidad, así como a las anécdotas personales y las historias que comparten las presentadoras junto a sus invitadas, siempre mujeres, del mundo del arte, la televisión y la comedia y que tienen como requisito para asistir al programa dejar sus bragas. Limpias o sucias. De momento, Carolina y Victoria, dos mujeres sin pelos en la lengua, no se han puesto quisquillosas con este asunto.

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