El edificio de la Radio Checa ha sido declarado Monumento Cultural

Edificio de Cesky Rozlas en Praga

El edificio de la Radio Checa ha sido declarado Monumento Cultural Nacional. El inmueble ha estado vinculado con momentos clave de la historia del país, en la mayoría de los casos izando la bandera de la lucha por la democracia.
Situado en la calle Vinohradská, una de las principales arterias de Praga, justo detrás del Museo Nacional, el edificio de la Radio Checa, antiguamente Radio Checoslovaca, ha sido protagonista de cruentas batallas por la libertad.
El ministro de Cultura, Lubomír Zaorálek, uno de los encargados de las nominaciones de los nuevos monumentos culturales, hizo énfasis en la importancia del simbolismo que les envuelve.
“No se trata de inmuebles que destaquen por su esplendor arquitectónico o artístico. Su valor es simbólico, son lugares que representan resistencia, huellas de luchas que recuerdan que en este país la libertad nunca ha sido algo gratuito”.



Con motivo del 30 aniversario de la Revolución de Terciopelo, que acabó con el comunismo en Checoslovaquia en 1989, el Gobierno declaró siete nuevos monumentos culturales.
Además de la sede de la Radio Checa se encuentran entre ellos, por ejemplo, la tumba del primer presidente checoslovaco, Tomáš Garrigue Masaryk, las lápidas de los estudiantes Jan Palach y Jan Zajíc, así como la iglesia de san Cirilo y san Metodio, lugar donde murieron los paracaidistas que atentaron contra el protector nazi Reinhard Heydrich.
La Radio Checa se encuentra en el edificio de la calle Vinohradská desde el año 1924. El inmueble, pero en primer lugar los empleados de la institución pública, han vivido en carne propia una serie de acontecimientos alegres y también de los otros, que testimonian el andar de la sociedad checa a lo largo de la historia.

Los archivos de audio de la Radio Checa ofrecen testimonios inéditos de dramáticos sucesos acaecidos en los alrededores de la emisora. Ya fuera la ocupación nazi, la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia o la Revolución de Terciopelo.
La población siempre se ha dirigido a la Radio Checa para estar al tanto de los sucesos de último momento. En 1968 los locutores anunciaron la gravedad de la situación tras la aparición de los tanques soviéticos en las calles de Praga.
“Dentro de poco escucharán nuestras últimas palabras. Amigos, compatriotas, debemos creer que el sentido común triunfará, no es posible que perdure esta situación”.
Tras la derrota del comunismo en 1989, la Radio Checa dejó de ser un instrumento de propaganda para convertirse en un medio de comunicación independiente. Y, al igual que en el pasado, en un firme defensor de la libertad de expresión y de los principios democráticos.

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