Crónica del ‘vermutín’ de Radio Kras

Radio Kras

No fue un domingo de ‘vermutín’ como el anterior. Lo cuenta El Comercio. La cuarentena pesa para los gijoneses, saben que, mínimo, aún les quedan otras dos semanas de confinamiento. Aún así, el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales, Manuel Cañete, no faltó a la cita: a la una de la tarde abrió sus ventanas y deleitó a sus vecinos con temas ochenteros de la emisora local Radio Kras. Colaboran en esta iniciativa desde el pasado día 15 de marzo, y a ellos se unen cada vez más artistas, con el fin de animar a la gente para que se lleve este período de la mejor forma.



Ya desde las doce del mediodía, en las redes sociales, varios artistas compartieron su arte. Roberto Gómez, Jache, Alvarín Trex, Perro blanco blues, Coral Rodríguez, Mery Cañedo, Pablo Valdés y Rafa Kas fueron los invitados durante la jornada de ayer. Prácticamente todos los barrios sintonizaron sus radios y se unieron a esta actividad. Aún así, bien por cómo empezó el día, con un cielo gris, o porque los ánimos estaban más caseros, el ambiente fue menos impactante que una semana atras.

En el barrio de Cimavilla no hay descanso. La música y las conversaciones entre vecinos siempre están presentes: «Queremos decirle a la gente del resto de barrios de Gijón que no se desanimen, que todo esto va a pasar pronto», dijo la joven Lola Canga, quien, junto a su madre, Beatriz García, ambas residentes de la calle Santa Cándida, disfrutaban de una última hora de la mañana en la que el sol logró hacerse un hueco.
«Échame un culín»

«Échame un culín de sidra», reclamaba, en tono jocoso, María del Mar Lastra a uno de sus vecinos de enfrente, también de Santa Cándida. «Hay que hacerlo lo más fácil posible. En este vecindario todos nos conocemos y nos llevamos muy bien ya de antes. Somos un barrio bastante solidario», reconoció.

El presidente de la Asociación Vecinal Gigia, de Cimavilla, Sergio Álvarez, aseguró que el hecho de que la gente de este barrio sea tan participativa «es un trabajo de fondo, día tras día ponemos música al menos diez minutos para que no decaiga el ánimo. Somos partidarios del dicho de que si se cierra una puerta, se abre una ventana». Después del ‘Vermutín’, a las ocho de la tarde, hicieron un homenaje a los más pequeños de las casas y reprodujeron sus canciones favoritas.

Pablo Sandoval y Miguel Gallego, saxofonistas gijoneses, aportaron su granito de arena y deleitaron con sus melodías a los vecinos, de avenida de Portugal y el Polígono respectivamente. Testigos de sus melodías aseguraron que la gente les solicitaba una canción tras otra.

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