Cristóbal Jiménez, en plena juventud y con una carrera periodística por delante, dejó la radio por una vocación más fuerte.
Cristóbal Jiménez era redactor de internacional de la Cadena SER. Cubrió elecciones americanas, conflictos en África, hacía preguntas incómodas a Felipe González o a Chávez antes de que el chavismo se convirtiera en historia. Preparado para una carrera periodística en la radio, hace 23 años y en su plena juventud, decidió irse.
Una vocación más fuerte que el periodismo se abrió camino y tomó una decisión que le cambió la vida. Se hizo Jesuita. Lo dejó todo para dirigirse al sacerdocio. No fue repentino, no fue un pronto… Un proceso de crecimiento interior le hizo tomar una decisión así. «Se me hizo relativamente fácil decir que me iba a Iñaki Gabilondo. En cambio, con el Director de Informativos, Antonio García Ferreras, pensé: Madre mía, se pensará que me voy a la COPE.»
Con el apoyo de su entorno en la radio, sus amigos y gran parte de su familia se internó en el mundo de la iglesia con miedos, pero con confianza. Oyente de radio desde niño, al entrar en el noviciado tuvo que dejar de escucharla, lo que le afectó hasta al sueño durante al menos 2 años.
Aunque sigue pegado a la actualidad como ciudadano, sigue echando de menos la radio y con la vista atrás llega a la conclusión de que se fue a tiempo: «No se pueden querer todas las vidas, hay una parte de renuncia, pero no podemos vivirlo todo.» Tomó una decisión en paz consigo mismo. Vuelve ahora a Hoy por Hoy, por primera vez desde junio de 2001.
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