Cierra «Radio Fe», la última tienda de radios de Barakaldo

Radio Fe

Laura González lo cuenta en elcorreo.com: El negocio con más solera del paseo de Los Fueros, la principal arteria de Barakaldo, y uno de los comercios más longevos de toda la urbe fabril, forma ya parte del pasado.
Radio Fe abrió sus puertas en la Semana Santa de 1951, con Bonifacio Felipe Espinosa (juntando las iniciales de los dos apellidos dio nombre a su tienda); y su hijo Txema ha cerrado la persiana de manera definitiva a principios de este mes de noviembre, por jubilación, culminando más de siete décadas de actividad.



72 años que arrancaron con la reparación, y también fabricación, de radios de válvulas, las clásicas de madera. «Mi padre luego fue metiendo televisores, lámparas, pequeños electrodomésticos…
Esta fue la primera tienda de electrónica que hubo en Barakaldo», presume Txema, quien recuerda que Bonifacio, que trabajó como jefe de taller de Philips en Palencia, ayudó a resolver un problema que trajo de cabeza a la firma Vanguard, para la que también fue empleado ya en Bilbao.
«Las televisiones que vendían se estropeaban tras más de 20 horas de uso. Todos los ingenieros de España se volvieron locos para dar con lo que pasaba, y mi padre lo reparó con una rejilla de aluminio y una resistencia», cuenta a este periódico.

«El último aparato lo vendí hace dos semanas, a una señora mayor que me echó la bronca por cerrar»
A principios de la década de los ochenta Txema tomó el relevo tras el mostrador, una época en la que despachó numerosos radiocasetes y también material eléctrico.
También surtió de emisoras a infinidad de barcos que partían a diario del puerto de Santurtzi, y de la costa cántabra; y vendió numerosas consolas y juegos a varias generaciones de jóvenes, además de algunas unidades de los ordenadores ‘Spectrum’, lanzados al mercado en 1982.
«Costaban 50.000 pesetas. Los padres hacían cola y venían preguntando para qué servía eso».

Variedad
Pese a las modas y a la evolución, antes y ahora las radios han tenido aquí, como su propio rótulo aún señala, un protagonismo especial.
«Hemos vendido cientos de miles durante todo estos años. Teníamos más de 60 modelos distintos: pequeñas, con o sin auriculares, digitales, de baño…
La última la vendimos hace dos semanas, el último día que estuvimos abiertos. Vino una señora mayor a por ella, que me echó la bronca al saber que iba a cerrar, que a ver dónde iba a ir ella luego», cuenta entre risas, pero consciente de que este adiós lo notarán principalmente los vecinos más veteranos.
«Todos los días solucionaba una docena de problemas a gente que venía con averías en distintos aparatos».

Joyas para coleccionistas
Estos días están siendo para Txema frenéticos, tratando de dar salida al material que tiene almacenado y limpiando la lonja que servirá para ganar espacio a la inmobiliaria con la que comparte fachada.
«He encontrado artilugios casi de museo, y muchas cosas se las llevarán coleccionistas», relata, reconociendo que cierra una etapa importante de su vida llena de «buenos recuerdos», pese al daño que tanto a él como al resto de comercios de Barakaldo le han hecho los grandes almacenes.
Ahora aprovechará para andar, ir a pescar o a por setas, mientras varias generaciones miran ya con nostalgia a esta tienda ya cerrada que tanta vida ha dado al paseo de Los Fueros.

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