Christian García, el periodista de Antena 3 Radio que desfiló junto al príncipe Felipe

Christian García

Joan Vehils lo cuenta desde El Periódico: La noche antes de la inauguración de los JJOO de Barcelona, el periodista José María García anunció en su programa nocturno que dejaba la radio. No hubo acuerdo con Prisa y el Butano se fue. Imagínense las caras en la redacción de Barcelona encabezada por Pepe Gutiérrez, Siro López, Enrique García Corredera, Christian García y Bernat Bafaluy. Al día siguiente se organizaron como pudieron y a ‘El niño’, así llamaban entonces a Christian, le sugirieron que se acercara al Palau Sant Jordi para comentar la llegada de las delegaciones olímpicas camino del desfile inaugural.



Siro López y Andrés Montes le iban dando paso y Christian narraba lo que veía a través de un Motorola. Desde la espectacular llegada del ‘Dream Team’ hasta la delegación española. Fue entonces cuando Christian pidió paso y entrevistó, camino de la puerta del estadio, al seleccionador de baloncesto, Antonio Díaz Miguel. La cuestión es que entre que se cortaban las llamadas y que los jugadores de baloncesto le sacaban medio metro resultó que ‘El niño’ se encontró dentro del estadio. «¿Pero qué haces aquí?», le preguntó Epi mientras se cerraban las puertas de acceso. Y aquel Motorola pasó por Villacampa, Arantxa, Guardiola… Mientras, los técnicos gritaban por línea interna: «¡Christian está en dentro!».

A todo eso, Christian García Montagut, subido en una nube, seguía a lo suyo, hasta que se acercó al príncipe Felipe, que iba rodeado de cuatro falsos atletas. O sea, de cuatro guardaespaldas que, con cara de asombro y mirada amenazadora, le dieron el alto. Corrió la voz de alarma desde la realización de TVE y Christian intuyó que aquello se estaba complicando. Así que aprovechando que se apagó la luz del estadio para dar entrada a los ‘Castellers’, salió por piernas hacía una escapatoria. Allí le esperaban varios miembros de seguridad. No hubo represalias. Al día siguiente, Manolo Lama e Iñaki Gabilondo le felicitaron por antena. Fue un hecho insólito de uno de los mejores periodistas que he conocido.

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