Chelo García-Cortés (ex La Voz del Miño y Radio Miramar) publica sus memorias

Chelo García-Cortes

Albert Domènech le ha entrevistado para La Vanguardia: La periodista afincada en Castelldefels y una de las caras visibles de ‘Sálvame’ publica sus memorias donde muestra una vida plagada de libertad y nuevas experiencias.
La comunicadora se ha convertido de manera natural en un icono para el colectivo LGTBIQ+: “Quiero ayudar a la gente joven y más en las circunstancias políticas actuales”.



Chelo García-Cortés recoge en sus memorias tituladas Sin etiquetas sus experiencias vitales y profesionales en un libro tan intenso y pleno como su vida, donde los momentos felices se abrazan a otros más dramáticos que han ido conformando la personalidad de una de las periodistas más reputadas de la prensa del corazón.

La publicación supone un vaivén emocional que se inicia con el trágico suceso con el que Chelo tuvo que lidiar cuando su madre se quitó la vida cuando ella tenía 11 años, y que retrata la vida de una persona que, de manera natural, aprendió a experimentar su sexualidad y a vivir en libertad, siendo uno de los buques insignia de la prensa del corazón en radio, revistas y televisiones, medio para el que trabaja actualmente y le ha dotado de más popularidad y también polémicas que no rehúye en esta charla sin filtros.

  • En sus memorias he visto una vida intensa, plena, pero también lleno de momentos dramáticos y de supervivencia…
  • Creo que mi vida ha sido ha sido, feliz, pero también dramática, intensa y llena de retos. De hecho, quiero empezar aclarando que yo era incapaz de escribir toda mi historia en primera persona y por eso solicité a la editorial que me buscara una escritora o un escritor que estuviera interesado en escucharme. La elegida fue Alba Serrano, que ha aguantado durante casi un año, mi vida, mis historias, pero también mis enfados, ya que había momento que no era capaz de seguir. Lo que me pasa muchas veces es que, cuando algo me duele mucho, no lo quiero exteriorizar, especialmente cuando es algo que me desgarra. Estoy muy agradecida a la editorial y a Alba.
  • En Sálvame han creado una polémica de ello, alegando que en un primer momento se lo había pedido a Laura Fa y luego se olvidó de ella…
  • Yo no voy a entrar en los juegos del programa, aunque a ti te lo voy a decir porque, además, Laura es compañera. Antes de este proyecto hubo otra editorial catalana que se puso en contacto conmigo para que escribiera sobre mi vida, pero hablando también de personajes de la prensa rosa y es cierto, que se lo dije a ella pero pensando en este proyecto, y luego no me acordaba. Estaba en negociaciones con la otra editorial catalana y luego cabreada en el programa he dicho tonterías, pero te aseguro que en estos momentos hay cosas más importantes en mi vida.
  • De todas las etiquetas que le han puesto, ¿Cuál es la que más le ha dolido o pesado?
  • Lo que más me ha molestado siempre son las etiquetas relacionadas con la condición sexual de una persona, y eso es lo que me ha molestado más. Hay términos que puedo aceptar, pero hay palabras o etiquetas como bollera que me parecen horribles. Aunque lo que más me molesta es eso de que tenemos que salir de un armario. Yo en el armario tengo ropa: calcetines, pantalones, camisas, ropa interior…Yo a los 27 años tuve la suerte de descubrir que yo podía estar con un hombre y con una mujer…
  • Habla del encuentro que relata en el libro con quien era su pareja en ese momento, José Manuel Parada, con Bárbara Rey y dos actores más en su piso de la calle Loreto…
  • Sí. La primera vez fueron cinco personas. Más tarde tres. Y luego ya todo se ha reducido en mi vida a dos personas. Con esta experiencia descubrí que no me pasaba nada, que no me dolía el estómago ni el pecho. Ese descubrimiento me había dado cosas buenas y, como las cosas importantes de mi vida, llegó con naturalidad. No entiendo que alguien critique o se pueda molestar por haber estado con una mujer como Bárbara Rey probando nuevas experiencias. Llevo 33 años con mi mujer, Marta, soy una persona de estar con una sola persona, no de hacer tríos, pero aquello ocurrió en la época de los años 79-80, la época en la que todos buscamos la libertad en Barcelona y que tuve la suerte de vivir en primera persona.
  • Sin buscarlo ni pretendo, usted se ha convertido en un icono para el colectivo LGTBIQ+, ¿no deja de ser una etiqueta también no?
  • Hace unos años recordaron en televisión el día en el que Bárbara salió diciendo aquello de yo he tenido una noche con Chelo. A partir de ese momento es cuando se hace más pública mi condición sexual porque mis amigos íntimos y mi gente sabían que yo vivía con Marta y que yo me podía relacionar con un hombre o con una mujer. A partir de ahí yo también reivindico mi bisexualidad. En pocos días voy a cumplir 71 años así que si a estas alturas de mi vida esta visibilidad sirve para ayudar, sobre todo la gente joven, que es la que la que veo que más necesita ayuda en este momento, lo voy a seguir haciendo.
  • Si viajamos 60 años atrás en su propia vida, conectamos con el episodio más dramático de su vida, el suicidio de su madre cuando usted solo tenía 11 años. ¿Todo lo que ha venido luego y la construcción de su carácter está supeditado a esa pérdida?
  • Por supuesto. Desde los 5 a los 11 años solo disfruté de mi madre cuando estaba de vacaciones, porque el resto del año estaba tratándose en diferentes centros psiquiátricos. Iba a visitarla con mi hermano a un psiquiátrico, primero en Vigo, y después a Madrid a la López Ibor. En esa infancia tuve la suerte de tener una familia materna maravillosa, que es la familia de Orense, y luego tener un padre excepcional. Seguramente no fui capaz de ver los defectos de mi padre por lo excepcional que era para mí entonces, y lo mucho que me protegió. Pero todo lo que rodeó la muerte de mi madre me afectó mucho.
  • Asegura que en el libro que no la perdonó hasta hacer muy poco, precisamente cuando usted participaba en Supervivientes…
  • Me costó mucho entender y perdonar su decisión. Como Chelo García-Cortés acepto que tienes derecho, si no tienes calidad de vida, a dejar de vivir. Acepto y defiendo esta postura. Pero cuando te toca te duele y te parten en dos, sobre todo cuando eres una niña y una monja de la Iglesia Católica te dice que tu mamá ha cometido un pecado y más tarde que no la puedes enterrar por ello. Cuando mi madre se suicidó las preguntas que yo me hacía era qué le había hecho, y estoy convencida de que mi padre pensaba lo mismo. Durante muchos años lo que he hecho cuando algo me duele mucho es quitarlo como si no existiera, pero entonces lo arrastro y voy cambiando mi forma de ser. Eso siempre me ha hecho ser una persona más dura.
  • Con 11 años pisó por primera vez una clínica psiquiátrica, la López Ibor, y nunca más lo ha vuelto a hacer…
  • Es así. Te voy a decir una cosa, que no he dicho hasta ahora, me estoy empezando a plantear ir a ver a López Ibor en Madrid porque quiero hablar con él para descubrir, si él me lo permite y si está en los archivos, cuál era el diagnóstico de mi madre. ¡Mis recuerdos están ahí! Acudí con 11 años porque mi padre tenía miedo de que yo tuviera los mismos problemas de mi madre, que yo siempre he pensado que podía ser un trastorno bipolar.
  • ¿Cómo gestiona entonces sus conflictos emocionales en su vida, que no han sido pocos?
  • Los gestiono yo sola y los gestiono muy mal claro. Hace tiempo cogía el coche y empezaba a dar vueltas o me encerraba en mí misma y me partía el alma, pero no lo decía porque tengo una fobia horrible a los tratamientos controlados por un psiquiatra, pero que recetan pastillas. Hasta ahora tomaba una pastilla ligerísima para poder dormir, porque duermo poco y además soy hiperactiva, pero me da miedo ir a más por la adicción que puedan crear. En definitiva, he resuelto mis problemas con una chulería que no me correspondía para la edad que tenía y eso ha formado mi carácter, en algunas cosas para bien, y en otras no tanto.
  • ¿Qué le ha enseñado el periodismo? Era una profesión que surgió en su vida sin buscarlo…
  • Cuando era muy pequeña quise ser azafata porque me encanta volar. Yo tenía a mi abuelo que era periodista y fue cofundador con Pablo Iglesias del Partido Socialista, pero no era algo que me había planteado. Cuando dejé Madrid para refugiarme en Orense terminé en la radio La Voz del Miño y el director de aquella época, Otilio Caneiro, escuchó mi voz y me puso un micrófono delante para que locutora. Fue mi primer amor maravilloso. La radio es lo que mas hecho de menos, la verdad. Luego yo vino mi experiencia en Barcelona con Radio Miramar.
  • Sufrió en la radio algunos episodios sexistas, no sé si hablar de acoso…
  • En aquel momento yo no puedo hablar de acoso como lo entendemos ahora, pero sí que tuve que parar los pies a algunos hombres. A lo mejor si me hubiera pasado en la actualidad, lo suyo hubiera sido denunciarlo, pero en ese momento lo gestioné de esta forma, y además tenía que defender la profesión ante mi padre y no aparentar que aquello podía ser peligroso.
  • Vamos a Sálvame. ¿Tiene la sensación que en los últimos años el programa ha cruzado líneas rojas?
  • Creo que las líneas las estamos cruzando en estos momentos en muchos medios de comunicación, y algunos revistas que se están pasando. Te diría que Sálvame solamente por la labor social que ha hecho durante todo el tiempo de pandemia se merece estar donde está, lo que pasa que hay que repartir las audiencias.
  • ¿No se la ha acercado nadie nunca a decirle que antes era seguidor del programa pero que en los últimos años ha dejado de verlo por diferentes motivos?
  • No. De verdad que nunca me ha pasado esto. Lo que sí que me dicen que es que tengo que chillar más o imponerme más.
  • Da la sensación que en algunos programas la han humillado Chelo…
  • Yo creo que me ha humillado más la Iglesia Católica cuando mi padre tuvo que pagar para enterrar a mi madre porque se había suicidado. Cuando yo me casé en el 2005 con Marta te puedo decir que un cura misionero, que no lo voy a nombrar, me dijo que estaba en pecado porque me había casado con Marta…Esto es más humillante.
  • No le digo que no, pero una cosa o quita la otra… Ahora insisten en que quiere dejar el programa…
  • Es mentira. Jamás me he planteado irme de Sálvame. En el libro he dicho lo que pensaba de una de las revistas del corazón, Lecturas, y si la cabecera, que es la que sacó la noticia de que me quería ir, está enfadada lo siento pero no lo voy a retirar. Viví una época maravillosa en esa revista, pero ahora todo eso no se refleja en la forma de hacer las cosas. Otra cosa es que puedan llamar a mi representante y le pregunten si voy a ir a un determinado programa, o lo que sea. Aunque te parezca prepotente te diré que jamás en mi vida he pedido trabajo. Todos los trabajos en los que he estado han surgido de manera natural o porque me han llamado o me han venido a buscar. Tengo 70 años e insisto, todavía no he llamado a la puerta de ninguna productora para trabajar.
  • ¿Cree que Lecturas la quiere desprestigiar por la opinión de la revista actual en su libro?
  • Es su problema. Sé quién soy yo, llevo mucho tiempo en la profesión y estas polémicas si les das bola luego es peor.
  • Sé que me va a responder con honestidad a esto. ¿Le preocupa la llama Operación Deluxe sobre la supuesta trama de revelación de secretos que afecta a su programa y a la productora La fábrica de la tele?
  • Para nada. A mí no me han llamado.
  • ¿Tienen otros motivos para estar preocupados, como Gustavo González?
  • Es un compañero mío y, como a todos, le tengo cariño, por lo que no me gustaría, igual que el programa, que tuvieran ningún problema.
  • ¿No ha visto usted nada sospechoso o recriminable en todo este tiempo?
  • Insisto: ni he visto nada, ni tampoco me han llamado. Si quieren que lo hagan…
  • Supervivientes. ¿Ha marcado un antes y un después en su vida?
  • Ahí sí que volvería sin pensármelo. En el programa empecé a liberarme de mis problemas con el tema de mi madre, ya que eran muchas horas sola y también venía de una época en Sálvame donde me habían machacado mucho. El error que cometí cuando llegué a Telecinco es que, en vez de ser una tía normal, que creo que lo soy, me puse chulita y, como me ponía chuleta y contestaba con una prepotencia que no tenía que haber contestado, me dieron hasta en el carnet de conducir. Luego me he ido adaptando. El reality fue para mí sobre todo una liberación personal, no tanto profesional. Al final, estoy muy a gusto en Sálvame y, si me dieran un día más, lo cogería seguro. Eso sí, por ahora vivo muy bien en Castelldefels con mi mujer y eso es intocable.
  • ¿Tiene la sensación de que va a estar en la tele hasta que el público no la quiera?
  • Es que el día que eso pase yo me iré a mi casa, y como te he dicho antes, por suerte jamás he tenido que mendigar para pedir trabajo. Podría dedicarme a hacer otras cosas en mi vida, y quizás recuperar cosas que no puedo hacer ahora por mi popularidad como bañarme desnuda en la playa.

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