César Fernández Trujllo (RNE Canarias): «La radio no es solo un trabajo: es compañía, memoria familiar y presencia constante»

César Fernández Trujillo

28.06.2025.- Helena Vitoria Falcón le ha entrevistado para canarias7.es: Para César Fernández Trujillo, «la radio no es solo un trabajo: es compañía, memoria familiar y presencia constante». Desde que tiene uso de razón, las voces que suenan por el dial han formado parte de su vida cotidiana. Hoy, la escucha mientras trabaja, camina o se relaja, y no concibe un día sin ella, tanto detrás del micrófono como oyente. Así lo relata, con pasión y honestidad, repasa su relación personal y profesional con la radio.

Con respecto a su rutina diaria, explica que su despertador suena a las seis y media de la mañana. En cuanto a su ritual matutino, antes de entrar en antena o comenzar su jornada en la radio: «comienzo el día escuchando los informativos de Radio Nacional, a las siete y media, y los combino con la escucha de otras emisoras». Según explica, esto le permite conocer lo que hacen los demás, «piratear un poco, comparar y, sobre todo, aprender».

Entre los elementos imprescindibles en su mesa de trabajo mencionó el teléfono móvil —«por la necesidad de estar constantemente conectado»—,sus gafas de cerca, y una agenda. «El café es fundamental en mi jornada: salgo de casa habiendo tomado uno, y al llegar a la radio —alrededor de las nueve». Además, contó que a media mañana: «si la actualidad lo permite, él y sus compañeros suelen compartir un café en la redacción».

En cuanto a su forma de ser fuera del entorno laboral, reconoció que es más callado. Aunque en antena y en conversaciones con los compañeros suele hablar mucho. «En casa prefiero estar más tranquilo, incluso evitando responder el teléfono». Señaló que al principio era más tímido, pero con los años había ido ganando soltura en la conversación.

«La radio es fundamental en mi vida, no solo desde que trabajo en ella, sino desde siempre. Recuerda que cuando era niño ya me encantaba escucharla». Añadió que antes de ser profesional fue oyente y que además era hijo de un profesional del medio, por lo que tenía todos los ingredientes para que la radio acabara siendo su forma de vida. Por eso, aseguró, escuchar la radio nunca le había resultado una carga, sino una fuente de disfrute. Aunque no siempre escuchaba informativos, también disfrutaba de pódcasts y otros formatos

Aunque reconoce que intenta desconectar cuando puede, admite que la radio lo acompaña en prácticamente todos los momentos del día. «Cuando salgo a caminar por las tardes, llevo puestos los auriculares y sintonizo». No solo escucha lo que se dice en el medio en el que trabaja, sino también lo que emiten otras cadenas: «tengo el oído siempre alerta».

Confiesa que no puede calcular con exactitud cuántas horas escucha la radio, porque está integrada por completo en su rutina. La enciende al despertar, la mantiene encendida durante el desayuno, la escucha en el coche camino al trabajo y sigue acompañándola en la redacción. Es, según sus palabras, un «fundamento» en su día a día, pero no es una costumbre reciente: «desde pequeño lo he tenido en mi vida, mi padre fue locutor y vivíamos por y para la radio. Así fue como nació ese vínculo tan profundo».

Sobre lo que diferencia a la radio de otros medios, destaca su inmediatez, su cercanía y su calidez. Asegura que es un medio: «muy humano, donde la voz es capaz de transmitir emociones que muchas veces escapan a la imagen o al texto. Además, su capacidad de adaptación: con la llegada de los pódcast, el público puede escuchar contenidos cuando quiere, sin perder la esencia de la radio como compañía».

«En momentos críticos, la radio sigue siendo fundamental»
«Las expectativas variaban según el público. Los oyentes más jóvenes suelen interesarse más por la música y el entretenimiento, como ofrecen los programas tipo «morning show», mientras que el público más adulto, que ya va camino al trabajo o comienza su jornada, demandaba principalmente información». Para él, la radio sigue siendo el medio de comunicación más creíble, a pesar de la polarización actual y del auge de las redes sociales. En su opinión, los oyentes buscan comenzar el día informados, acompañando su café con noticias contrastadas. Y señaló que una de las grandes ventajas de la radio es precisamente su versatilidad: «se puede escuchar mientras se hacen otras actividades, como conducir, ducharse o desayunar, sin necesidad de estar atento a una pantalla».

«En situaciones de emergencia, como el apagón reciente que afectó a muchas personas, la radio fue el recurso que la gente buscó de inmediato», explica. Según César Trujillo, eso demuestra que, «en momentos críticos, la radio sigue siendo fundamental. Cuando no se puede cargar un móvil o usar un ordenador, la radio con pilas es esencial para mantener el contacto con el mundo exterior».

Afirmó que el auge del ‘streaming’ o de la radio televisada podía hacer que se perdiera esa «esencia mágica, ya que al mostrar imágenes constantemente se obliga al oyente a mirar, eliminando la libertad de imaginar. La radio debe mantenerse como un medio en el que una buena voz sea capaz de transmitir lo que una imagen podría mostrar, pero de una forma más sugerente». Reivindicó la capacidad del oyente para construir escenarios mentales.

Cuando le preguntaron cómo creía que los oyentes lo imaginaban, confesó que nunca se lo había planteado. Dijo ser una persona muy tímida y que, precisamente por eso, nunca se había sentido atraído por la televisión ni por los escenarios. Cuenta que la radio es su refugio, y que muchas veces ni siquiera era consciente de estar hablándole a tanta gente. Su prioridad era centrarse en el contenido y transmitirlo con pasión y cercanía, sin pensar en quién estaba al otro lado.

«La prisa por ser los primeros en dar una noticia no debe superar la responsabilidad de ser los más fiables». Enfatizó que la función de la radio no era competir con la inmediatez de las redes, sino ser el canal que confirma los hechos con veracidad. Para él, la radio debía huir de la presión del ritmo frenético y mantener la calma y el criterio, porque su valor estaba en ser el medio que mejor informara, no el más rápido. Para él, el objetivo debía ser claro: ser pausados, objetivos y rigurosos.

A quien quiera comenzar en este mundo, le recomienda que: «escuche mucha radio, que se empape de diferentes estilos, que sea curioso y no tema equivocarse». Está convencido de que se aprende haciendo, y que la pasión es un elemento que siempre se percibe al otro lado del micrófono.

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