
29.08.2025.- En lecturas.com leemos que el verano ya está llegando a su fin y una de las voces más reconocibles de España ha vuelto a su lugar, la radio. Hablamos de Carlos Herrera, quien a sus 68 años sigue siendo reconocido como el mejor comunicador de la radio, y continúa cada día despertando y acompañando a sus trabajos a la gran mayoría de españoles, gracias a su programa ‘Herrera en COPE’.
Recuerda su infancia
Pero ese gran reconocimiento profesional no ha venido por simple suerte, sino por su actitud curiosa, su profunda voz, y sobre todo, por llevar casi 50 años al mando de la radio. En su regreso al programa, el periodista ha querido compartir una anécdota de su infancia que deja entrever que su destino estaba marcado desde bien pequeño. “Ya contaba con una voz peculiar cuando era niño”, ha confesado.
No solo era la voz, también su forma de hablar, muy cuidada para la edad que tenía. Algo que no pasaba desapercibido en su casa. “Mi madre me llamaba el niño verbigracia porque siempre tenía la palabra adecuada siendo un zangolotino”, explicó entre risas.
Esa elocuencia precoz produjo admiración en la familia, pero también hizo que pusieran un muy listón alto. Herrera recuerda que no se le permitían errores. “Solamente confundí la palabra ‘economato’ para decir ‘ecomonato’, cosa que hizo mucha gracia en la familia porque era la primera vez que me equivocaba”, ha contado. Una anécdota que hoy rescata con humor, consciente de que esas vivencias forjaron parte de su personalidad como comunicador.
Cómo descubrió su pasión
Mirando atrás, Herrera reconoce que aquella peculiaridad en su manera de expresarse marcó un antes y un después en su vida. Lo que entonces era motivo de broma en el ámbito familiar se convirtió en el sello personal de un periodista que ha acompañado a varias generaciones de oyentes. “Mi madre tenía razón. Ese niño verbigracia acabó encontrando en la radio el lugar donde las palabras siempre tienen sentido”, ha admitido entre bromas.
A pesar de tener esa buena voz y el don de la palabra, Carlos Herrera no se decantó por la radio de primeras. De hecho, el comunicador almeriense se licenció en Medicina antes de volcarse de lleno en el micrófono. Una decisión que, con el tiempo, resultó ser la acertada: hoy es uno de los locutores más escuchados y respetados del país.
El periodista asegura que esas tablas tempranas fueron decisivas para su trayectoria. Con apenas 20 años debutó en Radio Sevilla y poco después pasó por Radio Mataró. Su estilo directo y cercano no tardó en abrirle las puertas de grandes cadenas nacionales como la SER y, posteriormente, la COPE, donde se consolidó como referente indiscutible de las mañanas radiofónicas.
Más allá de la radio
La radio siempre ha sido su gran pasión, pero no la única. Herrera ha sabido compaginar su labor como locutor con programas de televisión, colaboraciones en prensa escrita y la publicación de varios libros. Una polifacética carrera que le ha convertido en uno de los nombres imprescindibles de la comunicación en España.
Además, su vida personal también ha estado vinculada a los medios. Como muchos sabréis, Carlos Herrera estuvo casado durante 20 años con la periodista Mariló Montero, con quien tuvo dos hijos: Rocío y Alberto.
Pese a que esta relación terminó en 2011, el legado de Herrera continúa en la siguiente generación. Su hija Rocío, conocida en el mundo de la moda como Rocío Crusset, ha preferido abrirse camino alejada del apellido familiar.
En cambio, Alberto ha decidido seguir los pasos de sus padres: “Mi pasión por la radio comienza en casa; supongo que haber crecido entre micrófonos y haber trasteado en estudios durante toda mi vida me ha empujado en cierta manera”, confesó en una entrevista con ‘El País’.
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