A propósito de María Elena Alonso «Lelé», la locutora de Radio Pontevedra fallecida esta semana a los 84 años

María Elena Alonso

José Ángel De las Fuentes Abad escribe en diariodepontevedra.es: Hace alrededor de veinte años coescribí un manual sobre locución titulado La radio que convence. No sé cuáles fueron las motivaciones que nos llevaron a escribirlo y a llamarlo así; no lo tengo muy claro. Lo que sí sé es que podría estar perfectamente inspirado en la figura de Lelé, la locutora de Radio Pontevedra por excelencia, la voz femenina que llegó a finales de los años cincuenta del pasado siglo a una Pontevedra que le abrió las puertas de par en par y le entregó su corazón colectivo.



Ese recíproco noviazgo acabó en boda porque María Elena Alonso, Lelé, se entregó a la tarea de hacer más vivibles años oscuros en los que la luz entraba a través de las radios que sonaban a todo trapo en cada casa y en cada aldea. Contó, narró y felicitó lo contable y lo incontable cuando las cosas empezaron a poder ser contadas y no solo retransmitidas, mientras se fajaba en su vida personal para poder sacar adelante una familia tan preciosa como numerosa.

Lelé nos ha dejado físicamente hace solo unas horas y, sin embargo, nos ha legado una trayectoria personal y profesional que tiene y tendrá un recorrido que ojalá sea eterno en la memoria de la ciudad de Pontevedra.

Pero no me quiero despistar de mi propósito, vengo a hablar de la voz que es de lo que se supone que tango algún conocimiento, aunque solo sea porque se me haya pegado de estar con tantos y tan buenos profesionales de la radio, la televisión y el doblaje a lo largo de más de treinta años o de narrar cerca de dos mil documentales, de los de La 2 y los que no son de La 2. De esos que todo el mundo dice ver aunque no lo digan los índices de audiencia. Decir que María Elena tenía una voz personalísima es, además de ser fiel a la verdad, quedarse corto, porque independientemente de sus características vocales únicas tenía el desparpajo de una pionera, era una impulsora por la vía de los hechos de la presencia femenina en los medios, atesoraba el carácter de los indomables y poseía la sabiduría de saber usar su instrumento, el más bello conocido.

Las voces no se miden en armónicos, ni en si son bonitas o feas. Las voces que de verdad merecen la pena se fijan en la memoria y generan recuerdo. Vaya hoy el de una ciudad entera para una de sus referencias en las ondas y en su vida social durante más de medio siglo.

[María Elena Alonso Álvarez falleció el pasado lunes, 18 de junio, a los 84 años de edad]

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