Fallece Pello Zabala a los 78 años, ex Radio Segura y Euskadi Irratia

Pello Zabala

En diariovasco.com leemos: Amante de la naturaleza y de la música, artista polifacético y gran pelotari, tanto a pala como a mano. Un pozo de sabiduría con el que aprender en cada conversación, aunque esta fuera breve. Las palabras de cariño sobre Pello Zabala (Amezketa, 1943) exceden el espacio reservado para la noticia de su fallecimiento y podrían llenar todo el periódico de hoy. Zabala, que iba a cumplir 79 años en junio, llevaba una temporada «delicado de salud» después de un tiempo con problemas renales. Había contraído Covid-19 hace poco y estaba ingresado en el hospital comarcal de Arrasate, donde falleció ayer.



Escritor, experto en témporas, divulgador incansable y colaborador en medios de comunicación como Arantzazu, Ardatz, Egan, Habe, Jakin y Zeruko Argia, desde bien pequeño tuvo claro que quería ir a Arantzazu, como recuerda su hermano Iñaki. «Nuestro padre murió cuando él tenía 9 años, era el mayor de cinco hermanos. Tenía memoria fotográfica, era muy listo. Era capaz de declamar la doctrina del catecismo en orden inverso», rememora con cariño.

Como era habitual en la época en los alumnos que destacaban, a los 11 años comenzó los estudios de piano y solfeo. Fue donde descubrió una de sus múltiples pasiones, la música, y tras terminar los estudios de Filosofía en Olite entre 1959 y 1962 y ordenarse como cura, con 25 años fue nombrado organista titular en Arantzazu. «Era lo que quería», declara su primo Luis Mari Galarza. «También tocaba el acordeón y era muy bueno a pala. Antes de ir a Aran-tzazu jugaba a mano».

En su trayectoria pocos recibieron un no como respuesta en sus casi 80 años de vida. «Para él decir que no no valía, no sabía decir que no. Para lo bueno y para lo malo», recordaba ayer con cariño el fraile franciscano Juan Ignacio Larrea, que compartió más de 30 años de trayectoria en con Zabala. «Durante nueve años fue vicario conmigo, es una gran pérdida para Arantzazu. Ha sido el personaje más conocido y mediático».

Sabiduría sin parangón
Esa facilidad de palabra y su sabiduría sin parangón hicieron que conectara durante años con el público tanto en televisión como en radio, donde colaboró con infinidad de medios e incluso tuvo un blog. Además, fue responsable de la retransmisión diaria de la misa en Radio Segura desde 1978 y desde 1985 también retransmitió, asimismo, la misa dominical en Euskadi Irratia, emisora en la que dio el parte meteorológico y realizó programas musicales desde 1983. Durante los años en los que vivió en Arantzazu fue habitual oír su voz en conexiones radiofónicas, «hasta 6 o 7 veces al día» como subrayó Larrea. Y siempre teniendo en mente a los baserritarras. «Nunca olvidó sus orígenes», subraya el que fuera editor de su primer libro, ‘Naturaren mintzoa’, Inazio Mujika. «A finales de los 90 tuve el primer trato con Pello, cuando en Alberdania se nos ocurrió proponerle un libro. Desde el primer momento me dijo que sí, me planté en Arantzazu y hablamos largo y tendido». De aquel libro recuerda su gran valor poético. «Sus trabajos son un tesoro, un pozo de sabiduría en los que reflejaba su filosofía de vida y su aprecio a las cosas pequeñas».

Esa capacidad de observar y describir la naturaleza hacía que «a veces fuera un poco temperamental, intenso. Si un pájaro se posaba en su ventana te contaba infinidad de datos, te imitaba el sonido», recuerda con cariño Mujika.Tampoco han faltado las condolencias y muestras de afecto por parte de políticos y figuras públicas a través de las redes sociales.

El funeral será este jueves 3 de febrero a las 17.00 horas en el santuario de Arantzazu.

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