Antonio Jimeno (Cadena 100): «Lo de madurar es un invento aburridísimo de esta sociedad»

Antonio Jimeno

09.09.2025.- J. Guayerbas abc.es publica que es un todoterreno de la comunicación y ha tenido, asegura, la suerte de sumar 20 temporadas en el mismo programa de radio y con el mismo equipo que en 2006 arrancaba el magazine despertador de Cadena 100 ‘¡Buenos días, Javi y Mar!’. A este vallisoletano del 81 se le conoce hoy por su podcast ‘Los niños y Jimeno’, un espacio de entrevistas con temas de actualidad que responden los más pequeños de la casa. La grabación de la nueva temporada comenzaba ayer en el colegio de El Viso de San Juan, Toledo.

—¿Vive su día a día como una vuelta al cole?
—Sí, pero a lo mejor del cole. Siempre presumo de que tengo el mejor trabajo del mundo, me llevo la mejor parte de los niños. Cuando están jugando, porque los niños cuando hacen mis sesiones están jugando. No están trabajando por así decirlo, porque la gente me dice: «Trabajas con niños», y no, los niños no trabajan, el que trabaja baja soy yo y lo que quiero es que disfruten, que no tengan ninguna presión sobre ninguna respuesta, que disfruten de la actividad y que se lo pasen genial. Por eso digo que me llevo la mejor parte del cole. Vivo en un recreo constante con los críos y disfruto un montón. Además, cada vez que voy a un cole, a mí los niños me cambian el día. Muchas veces sí que es verdad que puedo llegar muy cansado porque madrugamos mucho y ver cómo me reciben, cómo disfrutan, las cosas que me dicen, pues todo para mí es un regalo. Trabajar al lado de los niños, disfrutar con ellos tanto tiempo es lo mejor que me ha pasado nunca.

—¿Qué tenemos que aprender de los más pequeños?
—De los más pequeños tenemos que aprender un montón de cosas, pero un montón de cosas, por ejemplo, a no tener prejuicios que adquirimos según vamos creciendo. Los niños son espontáneos, no tienen miedo a que sus respuestas puedan caer bien o mal, lo que te digo, no tienen prejuicios. Son íntegros, cuando he hecho reportajes o encuestas por la calle a gente adulta tienen mucho miedo al que dirán, a equivocarse o a hacer el ridículo, sin embargo, los niños me responden de corazón lo que se les ocurre, lo que les apetece y eso es es maravilloso. Creo, además, que la radio es un juego de niños que nos hemos quedado los mayores, pero debería ser de ellos, porque es un juego. La radio es imaginación y no hay nadie como los peques para desarrollarla y, sin duda, tenemos que aprender un montón de cosas, esa bendita ingenuidad, como decía, esa escasez de prejuicios, esa bondad, ese poquito de maldad que tienen, esas travesuras, eso es la sal de la vida. Cuanto más tiempo paso con ellos más me doy cuenta de que cada vez me quiero parecer más a ellos y que esto de madurar es un invento que nos han colocado en esta sociedad y que es aburridísimo.

—¿Son impredecibles?
—Sí, lo son. Cada vez que voy a preguntar al cole me imagino qué respuestas pueden tener o por dónde pueden salir o piensas en lo obvio o por dónde pueden tirar, pero los niños tienen otro plan para nosotros, sus respuestas son absolutamente impredecibles, divertidísimas, locas, tiernas. Cada vez que salgo de una encuesta no me imagino para nada ninguna de las respuestas que me han dado los peques.

—¿Se ve reflejado en ellos?
—Ojalá, ojalá fuera un reflejo de los peques. Me encantaría, como te he dicho antes, ser cada día más niño, bueno, algo de eso tengo. Soy muy inocente, me encanta jugar, me encanta la diversión. Creo que esta vida hay que tomársela un poquito menos en serio o solo tomarse en serio las cosas importantes, porque parece que a los niños solo les importa jugar, pero los niños son muy sensibles, saben lo que es importante, saben cómo gestionar el dolor, nos tienen que enseñar muchas cosas y ojalá cada día me vea más reflejado en ellos.

—¿El humor debe tener límites?
—Es el gran debate y no sé si tengo la respuesta. El humor es una ficción y como ficción se debe tomar. Igual que nadie se toma una película como real o una serie, pues el humor creo que es igual. Para mí el límite es cuando, por ejemplo, en redes sociales se hace escarnio de una persona o sobre todo si es una persona indefensa o que no tiene recursos para defenderse o capacidad de defensa, a eso sí que creo que hay que poner límites. Lo demás es que yo creo mucho en el humor y creo que se le están poniendo muchísimas barreras, habría que aplicar el sentido común. Esto es muy difícil de aplicar, como te digo, no tengo una respuesta clara, o sí, pero con muchos matices.

—¿Cómo era de pequeño?
—Era un trasto, las liaba, pero era niño bueno, ¿eh? No me gustaba meterme con los demás, no hacía daño a nadie, pero se me ocurrían cosas o trastadas un poco heavy. Las he liado de todos los colores, mi madre me decía que parecía que era dos. Le he dado mucho trabajo a mi madre.

—¿Imaginó que encadenaría 20 temporadas con Javi y Mar?
—Nunca en la vida pensamos que podríamos llegar a 20 temporadas en Cadena 100. De hecho, cuando comenzó el programa allá por el 2006, nadie apostaba un duro por nosotros y poquito a poquito nos hemos hecho este hueco en las mañanas de todos los españoles y con muchísimo orgullo podemos presumir de ser el programa despertador que más tiempo lleva en antena con el mismo equipo y no nos lo imaginábamos ni en el mejor de nuestros sueños.

—Radio contra podcast, papel contra medios digitales o televisión contra el consumo a la carta… ¿Peligra la comunicación tradicional?
—Me faltan datos para afirmar que los medios convencionales están en peligro, pero sin duda creo que la radio no. La radio tiene una cosa, y es que pase lo que pase siempre va a estar ahí. Es esa sensación de directo, de cercanía del que está al otro lado sintiendo lo mismo que tú, los oyentes nos nos perciben como gente de su familia, como sus amigos, creo que por mucho tiempo que pase, por mucho que cambien las plataformas y todo eso, la radio en directo no va a cambiar nunca y no va a morir nunca, de eso estoy convencido.

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