
30.08.2025.- Cuando empieza la temporada es cuando los que estrenan programa, descansan. Resulta paradójico pero es más fácil andar en la rueda que diseñarla y más relajado estar en el estudio surfeando la ola que en los pasillos y al teléfono resolviendo dudas, persuadiendo a posibles colaboradores y respondiendo preguntas, viéndola venir.
Así que pillamos a Carlos Núñez, el periodista al frente del nuevo programa Mediodía en RNE, ilusionado y nervioso. Atareado y expectante ante uno de los nuevos espacios que se abren hueco en la radio pública, reubicando límites horarios, cambiando de segmento. De 12:20 h. a 15:00 h., con la etiqueta de ‘magacín de información’ que a las 14:00 incluye las noticias, con Sandra Urdín.
PREGUNTA. A medio camino entre la mañana y la tarde, aún en esa hora en la que el día se está definiendo periodísticamente. ¿En qué va a consistir el nuevo programa?
RESPUESTA: Es un magacín de información en el que vamos a recoger el testigo de las mañanas con Juan Ramón Lucas a las 12:20 y a partir de ahí vamos a refrescar la información con todo lo que esté ocurriendo en directo en ese momento. Todos los compañeros que estén desplegados, noticias de última hora, actualización de noticias y también análisis. No vamos a tener una tertulia al uso, pero sí análisis con expertos y colaboradores que van a estar dándole también un poco de contexto a todo lo que está pasando y a esas declaraciones políticas que van a estar seguro produciéndose en ese instante. Luego vamos a tener a partir de las 12:45 el almuerzo de Mediodía en RNE. Vamos a traer a un personaje, vamos a ir a los pueblos, vamos a ir a los problemas de los jóvenes, vamos a hacer un almuerzo mañanero con algún personaje en algún punto de la actualidad para repasar un poco la mañana a esa hora que ya apetece también algo más relajado.
P: De alguna manera siempre vamos buscando más voz y no tanto portavoz… Es importante mantener huecos abiertos para escuchar a los ciudadanos y para conocerlos.
R: Este lunes, por ejemplo, vamos a estar en un negocio que acaba de empezar, una peluquería. Queremos comparar de alguna forma lo que ha sido nuestra puesta en marcha, lo que nosotros hemos vivido y lo que es para un emprendedor, para un joven emprendedor, montar un negocio, una peluquería y barbería en un barrio de Madrid. Por tanto, el primer protagonista va a ser un emprendedor y vamos a tener protagonistas durante toda la semana, apoyados también en nuestras emisoras territoriales que nos van a ir trayendo historias de la España rural, historias de sus personajes que no tienen tanto predicamento, que no tienen tantos focos. Vamos a traerlos a la radio y a presentarlos a la audiencia.
P: Para desengrasar un poco en ese rato que se convierte en la bisagra del día.
R: Ahí aún estamos en la hora punta. Las cosas que se están produciendo las vamos a contar. La última hora la vamos a contar, pero también va a haber ese espacio para la reflexión, para la calma, porque al final los oyentes a esa hora también van en el coche y les apetece escuchar una canción o les apetece escuchar a algún personaje que no esté en los periódicos.
P: Tú vienes de hacer el 24 horas que, salvo honrosas excepciones, es el reverso de esa hora punta que dices. Vienes de hacer ese ejercicio tan importante de recoger y resumir el día; una tarea complicada que te va a ayudar a darle perspectiva a esas noticias que están ocurriendo aún.
R: Sí, es un cambio interesante. Es verdad que en el 24 horas hay mucho más tiempo para contar, tanto últimas horas como el análisis, la reflexión, la entrevista, el reportaje, el contexto. Hay más tiempo, pero mi espíritu informativo no cambia en el 24 horas. Yo procuraba que en el momento en el que se produce la noticia, la contemos, porque para mí es la esencia de la radio: algo pasa y en el instante lo estás contando y lo estás valorando y eso no va a cambiar. Y a la hora, por ejemplo, de un informe, de dar contexto a las cosas. Pero eso tampoco lo vamos a perder en Mediodía RNE, porque a partir de la una, después del boletín, vamos a hacer desplegables con las áreas, reportajes… Vamos a tener un tiempo para el sosiego, para coger algunos de los temas de actualidad y ponerle voz a un informe sobre empleo, por ejemplo, con desempleados, con gente que esté buscando trabajo. Trabajadores de más de 45 años que están buscando empleo y que les cuesta. Y vamos a tener ese análisis profundo que nos pueden dar las áreas de Radio Nacional y también el equipo de programas integrado también en este nuevo espacio Mediodía RNE, que es algo nuevo, pero yo estoy descubriendo que es apasionante.
P: Estamos ahora en ese momento de transición informativa del verano a lo que llamamos «la temporada», que parece que siempre hay un cambio de temas drástico pero en esta ocasión el inicio del curso político se va a solapar con los incendios, que aún general mucha información. ¿Cómo ves la actualidad?
R: Pues veo la actualidad muy crispada. Es decir, cualquier asunto que ocurre se convierte en polémica y en «y tú, más». Nosotros tenemos que contar eso porque es la realidad en la que está instalada la política, no lo vamos a ocultar, por supuesto. Pero queremos ir más allá, queremos ir a las soluciones. Esto dicen los políticos, vale, pero, ¿qué dice este ingeniero forestal de qué se hace con las cenizas, qué se hace con miles de hectáreas arrasadas, cómo se actúa ahora, cómo se recupera el turismo en las zonas afectadas, qué va a pasar con esta casa rural? Todo eso es lo que queremos hacer. No podemos ser ajenos al ruido político, está ahí, pero queremos ir más allá. Y en ese sentido hay una colaboradora muy interesante, un fichaje que se estrena el próximo viernes. Es Clara Ramas, profesora de Filosofía, y se va a incorporar al equipo permanente. Cada día vamos a tener a un experto: politólogos, meteorólogos, físicas que van a estar dando datos de contexto a muchas de las cosas que estamos contando. A los incendios, a la recuperación biológica, a la situación política y a las expectativas de cada uno de los partidos, y los viernes con Claras Ramas vamos a darle la vuelta a esa actualidad de tanto ruido, vamos a hablar menos de culpas y más de responsabilidad, de cómo la ética y la filosofía puede también ayudar a que de alguna forma contemos a la ciudadanía que la política sirve para otras cosas.
P: Los colaboradores van a ser un pilar importante del programa.
R: Sí, te adelanto los nombres con los que vamos a contar: vamos a tener a José Antonio Piñero, periodista, que va a venir todos los lunes, también con Isabel Moreno, física, que nos va a dar la previsión meteorológica de la semana. Vamos a tener los martes a Estefanía Molina, la politóloga que nos va a poner en contexto lo que salga del Consejo de Ministros, lo que se esté cociendo ahí y cómo va a ser la reacción política a todo esto. Vamos a tener los miércoles al comunicador Euprepio Padula, con su visión tan particular de la realidad. También a Jorge Resina, politólogo, los jueves y los viernes, como te decía, a Clara Ramas. Esos van a ser nuestros analistas fijos, pero luego tendremos conexiones con otros colaboradores también de la casa, veteranos que controlan muy bien la información, que saben dónde están algunas de las claves de los partidos políticos, que también nos van a dar juego y una visión distinta de lo que está pasando.
P: En ese esfuerzo por no escuchar lo de siempre, has lanzado en redes una pregunta directa a la audiencia para que proponga temas, para que diga qué le interesa. ¿Qué te han devuelto y qué recoges de ahí?
R: Me han devuelto muchas ideas. Por ejemplo, de momento, uno de esos amigos de Internet, Lázaro, una persona con discapacidad, va a estar el viernes con nosotros. Él nos planteaba la situación de la gente con discapacidad a la hora de opositar. Él es un activista, tiene una discapacidad y lleva años luchando por que los exámenes de oposición estén bien adaptados a las personas con discapacidad. Gracias a esa llamada a la audiencia vamos a conocer bien ese tema, es una muestra. Nos han dado todo tipo de recomendaciones. Que hablemos de clima, que hablemos de cambio climático, que desmontemos bulos -ahí tiraremos del equipo de Verifica-, que demos contexto a la noticia, que contemos cosas de forma certera y no nos quedemos en la primera idea que se le pasa a uno por la cabeza. Eso está en el ADN de la radio pública y es lo que haremos. Nos han dado cantidad de ideas que seguro vamos a ir aprovechando y lanzando como vamos a hacer el viernes con esa entrevista a Lázaro.
P: En este trabajo contamos muchas noticias todos los días, tú en el 24 horas has contado miles de noticias y, sin embargo, si al final del día nos preguntamos qué ha pasado hoy, la mayoría de las veces nos respondemos que no ha pasado nada porque casi nunca ocurre algo que realmente sobresalga de forma extraordinaria sobre lo ordinario. Cuando ocurre, en unas horas, hacemos un máster. En tu caso, el apagón.
R: El apagón fue un máster. Y la dana.
P: El apagón y la dana.
R: Es que la dana ocurrió nada más llegar y aterrizar en el 24 horas. Le comentaba a Rosa María Molló hace un momento [Rosa María Molló se pone esta temporada al frente del 24 horas de RNE] que es una verdadera gozada la forma de trabajar de nuestras áreas y nuestros redactores de programas cuando hay una emergencia, cuando ocurre lo imposible o lo inesperado, como fue la dana o como fue el apagón. Han sido dos experiencias únicas, irrepetibles y que me hacen ser muy optimista en el papel de la radio y televisión públicas. Por cómo se reacciona, por cómo se llevan las cosas a la antena, por cómo todos reman para que la gente tenga también tranquilidad. En el caso del apagón, fue clave no llamar al caos, que ya había bastante aquel día, sino tratar las cosas de forma muy seria, muy responsable, como creo que se hizo. Fuimos líderes de audiencia, por cierto, y se ha reconocido por todo el mundo que aquella emisión de más de ocho horas fue una auténtica prueba de esfuerzo de lo que es una radio pública, de lo que debe ser una radio pública. Y el espíritu del apagón, se lo he dicho a los compañeros del área, es lo que queremos hacer también en Mediodía RNE. Un caos ordenado, un caos, porque la actualidad final es caótica. Están pasando cosas de todo tipo en todas partes y casi a todas horas, por la mañana, por la tarde y por la noche, porque en Estados Unidos y Latinoamérica también están pasando cosas continuamente, pero lo que queremos trasladar es ese caos ordenado, llevado a la audiencia, con lo que nosotros creemos que es lo más importante, lo más de servicio, que al final es la labor de la edición, la labor tan complicada de elegir qué.
P: La respuesta de los oyentes en esos momentos clave, como por ejemplo el apagón, es lo que nos legitima. En esta época en la que a veces se nos cuestiona por distintos intereses, en la que parece que estamos perdiendo nuestro lugar, esos momentos nos recuerdan que no, que nuestro lugar está ahí y es esencial.
R: Sí. A veces puede parecer un ejercicio arriesgado preguntar a la audiencia oye, ¿qué contenidos llevarías al programa? o ¿qué te está pasando? Y fue lo que hicimos el día del apagón y eso nos dio claves a la hora de contar también cómo eran las noticias. «Estoy preocupada porque no llego al colegio. Hay un atasco. Han pasado 15 minutos. El colegio ya debe estar cerrado. ¿Y dónde está mi hijo?». Nos informamos, preguntamos a las consejerías y le dijimos a la audiencia: «Tranquilos, los que estáis en el coche, vuestros hijos no van a salir del colegio hasta que lleguéis. Todos los colegios van a estar abiertos hasta que lleguéis». Pues eso, para alguien que va en el coche a recoger a sus chavales y chavalas, pues se agradece, ¿no? Gente que estaba pendiente de un respirador. No, no llame a la radio, llame al 112, diga que se está quedando sin batería, irán a llevarle una batería inmediatamente… Cuando estás en un directo es difícil que se te ocurran todas esas circunstancias. Pero la gente que está en la calle y los compañeros que están en la calle, esos sí que tienen las claves. Por eso nosotros en Mediodía RNE queremos estar en la calle, queremos tener esos directos que nos van a dar esa visión que nosotros no tenemos desde el estudio y que es tan valiosa.
P: Y además ahora ya todo el mundo vuelve a tener un transistor. Los transistores de pilas viven su nueva edad de oro, como quien dice.
R: Sí, sí, el transistor, el móvil, en la forma que sea hay que llegar a la radio. Pero ya hemos visto que el transistor es bueno tenerlo a mano porque luego, cuando ocurre lo imposible, ahí está esa voz que te llega y que te dice cuidado con lo que estás leyendo en redes sociales, que no está pasando lo que estás leyendo en otras partes. Una de las cosas buenas que tuvo el apagón es que corrieron pocos bulos porque Internet tampoco funcionaba. Y lo que funcionó fue el periodismo en la radio de siempre.
*Además de en transistores analógicos para eventuales apagones, toda la programación de RNE está disponible en RNE Audio, en la web y en la app, para los días sin sobresaltos tecnológicos.
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