40 años de Catalunya Ràdio en el maletero de un Seat 131

Catalunya Ràdio

Ferrán Monegal escribe en El Periódico: «Decía Josep Cuní, montado en un Seat Supermirafiori 1430 – 131: «Conduciendo un coche de museo pìenso que quizá yo también formo parte del museo».
Fue uno de los momentos del documental que ha dedicado TV3 a los 40 años de Catalunya Ràdio. Meditable socarronería la de Cuní.
Yo creo que lo que le hace falta a esta emisora es un museo de cera que inmortalice a sus figuras. Con la particular paradoja de que es una cera que sigue bien viva, muchos triunfando en otros ámbitos de la radiofonía.



Cuní (hoy en RNE) le recordaba a Basté (hoy en RAC 1): «Teníamos un principio muy claro: todo aquello que se decía en castellano también se podía explicar en catalán».
Efectivamente. Lo tremendo vino años después, cuando la explicación dejó de ser explicación y pasó a ser la construcción de un relato imaginativo.
Como apuntó Toni Clapés (otra figura que tampoco está ya en esta emisora): «Prefiero decir ‘bueno’ (en lugar de ‘be’) para que se incorpore más gente.
No como si fuésemos una secta en la que somos nosotros y no entra nadie más».

A mi juicio, el arranque del relato imaginario alcanzó su esplendor cuando Mònica Terribas adaptó el grito de guerra almogávar (‘Desperta ferro!’) y lo transformó en «Desperta Catalunya!».
La propia Terribas comentó en este documental: «La clave es generar en la sociedad la necesidad de estar informada». ¡Ah! Si tuviésemos ganas y tiempo, podriamos analizar lo que es información y lo que ha sido pura doctrina.
Se ha pretendido en este documental fusionar la gloria del pasado con la situación de hoy en día.

Vista la evolución de las audiencias, el pasado es una cumbre que los actuales ‘sherpas’ de la emisora miran desde un altiplano bastante más bajito.
Me ha gustado que en el repaso de los programas de más éxito haya participado Manel Fuentes. Tuvo que abandonar la emisora en 2013, con sonora ‘trencadissa’, y no obstante les dedicó palabras de cariño.
Deberían haber invitado también a Carles Cuní, al que arrebataron en 1996 su mítica ‘Nit dels ignorants’.
Se constata que si no entramos en detalles, toda fiesta de cumpleaños es magnífica. El actual rumbo de esta emisora, en sintonía con su empresa matriz CCMA, yo creo que lo han marcado bien la pareja de humoristas de trinchera Peyu y Jair Domínguez, cuando decían: «Yo si volviera a nacer escogería ser español».
Ánimo. Más se perdió en Cuba.

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