Inés Álvarez escribe en elperiodico.com que entre los sobrecogedores testimonios que recoge el documental ‘Et faran un home’, que estrenan este martes, 3, TV3 (22.05 horas) y 3Cat se encuentra el del crítico de cine Àlex Gorina que eleva el nivel de humillaciones, vejaciones y torturas expuestas por otros participantes con el relato de la violación que sufrió en un cuartel de Melilla. “Y no creo que haya sido el único en toda la historia de la mili. Por tanto, un MeToo”, declaraba en la presentación del trabajo del programa ‘Sense ficció’ este lunes en el Phenomena de Barcelona.
En el documental, tras contar experiencias propias de ese dura etapa por la que pasaron 8 millones de jóvenes entre 1968 y 2001, año en que se suspendió el servicio militar obligatorio, el crítico se detuvo en un relato desgarrador. Una noche, tres sargentos lo despertaron a él, solo a él y le pidieron que los acompañase. Pensó que lo iban a castigar por algo. Pero cuando le llevaron a otra estancia pronto descubrió sus intenciones. Le tiraron al suelo, le bajaron los pantalones y uno de los sargentos lo penetró mientras el resto reían. Luego, luego los otros dos hicieron lo mismo. El dolor que sentía en su cuerpo no era nada comparable a la impotencia que sintió.
Una masculinidad perversa
Pero calló. Y solo decidió hacerlo público muchos años después en el programa de Laura Rosel, en Catalunya Ràdio, cuando esta le pidió una anécdota. Por eso no le ha costado ahora relatarlo con pelos y señales en el documental . “Una violación es una violación, la violencia es violencia, y un abuso es un abuso. Puede ser a una mujer o a un hombre. Y todo tras un fascismo y una masculinidad perversa que nos había podido haber transformado en lo que a mí no han conseguido”, ha asegurado tras el visionado. “A los hombres nos cuesta mucho hablar de estas cosas y nos cuesta salir del armario en muchos sentidos también. Por tanto, Me Too”.
Asimismo, el periodista ha animado a que se hagan públicas otras violaciones. “Espero que haya un movimiento de amplificación de lo que significó la violencia injustificada a través del ejército y otros prototipos en los que has de demostrar que eres un hombre como Dios manda. El ejército existe por la violencia que debe generar, si no se retroalimenta no tiene sentido, por tanto mientras haya poder a través de las armas y del dominio sobre los otros multiplicaremos esta masculinidad que es uno de los grandes problemas de nuestros días. No solo contra las mujeres. Espero que con esto se abran muchos temas”, ha subrayado
Y ha ido más allá, aludiendo a que esto puede seguir pasando en los cuarteles . “Hemos de hacer caer todos los tabús, porque no dudo que en el ejército actual pasan estas cosas. En aquel ambiente de Melilla, facha, masculino, agresivo, resentido, por la patria, tres sargentos que te estaban reclamando la actitud que se espera de un soldado español como está escrito me violaron. Era una demostración de poder y diversión. Y esa voluntad está en el cuerpo. Por tanto, tal como están cosas, quizá no podremos hablar de esto, con lo cual, cuanto antes, mejor”, ha insistido.
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