Julio Ruiz dedica un especial ‘Disco Grande’ de Radio 3 a Miguel Ríos desde Granada

«He trabajado para que la gente me quiera. A muchos compañeros le ha interesado el distanciamiento. Yo soy un enfermo del cariño», confesó ayer Miguel Ríos durante la emisión de Disco Grande de Julio Ruiz, que tuvo lugar en el Parque de las Ciencias horas antes de la entrega de las Púas de Plata. De todo ello se ha hecho eco Granada Hoy.



El locutor de Radio 3 dedicó un programa especial al padre del rock español donde no escasearon las anécdotas, ni las versiones en directo. Lo hizo acompañado de Nani Castañeda, creador y coordinador del proyecto Granada Ciudad del Rock; Cristina González, jefa de comunicación del museo granadino; el propio Ríos; y un público muy numeroso.

Una de las primeras canciones en sonar fue Yo sólo soy un hombre, que formó parte del debut del músico granadino (Mira hacia ti). «Ese mismo año, en 1969, los Beatles publicaban Abbey Road», apuntó el periodista. «La incluimos en la gira de Bye, bye Ríos –donde se despedía de los escenarios; luego volvió–. Quiero confesar que soy un jubilado intermitente. Lo hicimos muy soul. El tiempo casi no ha pasado por él», señaló el artista mientras recordaba el I’m a man de Spencer Davis.

«Hemos tenido que esperar cuatro años para darle la Púa de Plata. La primera se la dimos a los hermanos Arias –en un emotivo acto que sirvió como homenaje al músico y periodista Jesús Arias, fallecido en noviembre de 2015–. Después a 091, que volvieron; y a Los Ángeles. Se han ido juntando», explicaba entre risas Castañeda.

¿La estantería se viene abajo de tantos premios? «Trabajaba para ser reconocido y darle alegría a la gente. Me ha parecido siempre lo más importante: la gente, mis mecenas. Yo tengo malafollá pero no tanto. No esperaba que me iba a pasar todo esto», admitió un humilde Miguel Ríos.

El cantante recordó uno de los primeros premios de su carrera, la Medalla de Oro de la Ciudad de Granada (1987). «Me dijo Enrique Morente: ¿No será mejor que te den un jamón?» Yo se lo que valgo y lo que no. Tengo ya muchos años. Me dan una púa y no soy guitarrista. La aporrearé en la intimidad como Aznar con los catalanes», contó el músico.

El artista no tardó en recordar sus inicios en el mundo de la música. «He tenido una vida inesperadamente maravillosa. Salgo de esta ciudad con 17 años. Había estado trabajando en Almacenes Olmedo. Fue mi tabla de salvación. Me pasaron de las camisas a la sección de discos», recordó. Allí escuchó a Elvis Presley, «un extraterrestre», y Enrique Guzmán. «Me estremecía sin saber lo que decía –cantaba en inglés–», declaró.

Su vida cambió cuando un vendedor de la compañía Philips lo escuchó en la radio con Los Nevada. «He tenido mucha suerte de no acobardarme, de tener la cara dura, de arriesgarme a hacer cosas. Estoy muy agradecido», señaló.

Los homenajes en directo al músico llegaron en el ecuador del programa. La banda granadina Radio Palmer, últimos ganadores del Premio Emergentes que otorga la sala Planta Baja, versionó Santa Lucía mientras que Carmencita Calavera hizo lo propio con El río. «Me parece muy enternecedor que la gente en estos tiempos hostiles para el arte siga yendo a los locales de ensayo, trabajando por la música. El deseo de hacer algo es mucho mayor que la recompensa», reconoció el granadino, que aún mantiene la ilusión por el oficio. «¡Mientras el cuerpo aguante!», exclamó. Por muchos años más.

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