Ibai Llanos pone en jaque la radio deportiva tal y como la conocemos

Ibai Llanos

Luis Tejo escribe en yahoo.com: Los tiempos cambian. Cada generación tiene sus gustos y sus preferencias, en ocasiones parecidos a los de épocas anteriores, otras muchas veces totalmente diferentes, gracias en parte al surgimiento de nuevas tecnologías. Donde más se notan estas rupturas suele ser en los patrones de consumo de ocio y productos culturales, que es donde más libertad tienen tanto los creadores como el público para expresarse libremente estableciendo sus propias normas.



Eso explica, por ejemplo, que tus abuelos escucharan música mediante vinilos en el salón de tu casa, tus padres se pasaran al walkman, tú al discman y a tus hijos todo lo que no sea la reproducción instantánea de canciones desde plataformas en línea como Spotify les suene a prehistoria. O que antes fuéramos cada dos por tres a las salas de cine y ahora, aunque más o menos conservamos la costumbre (cuando el coronavirus nos deja), somos más de quedarnos en el sofá de casa con una mantita y nuestra suscripción a Netflix o HBO. O que hace poco nos pasáramos la vida pegados a la tele y ahora hayamos optado por otras pantallas y recurramos a YouTube para las grabaciones y Twitch para las emisiones en directo.

Adaptarse a lo nuevo cuesta. Hay quien se queda definitivamente atrás, hay quien hace todo tipo de esfuerzos para poder mantenerse y no perder la relevancia que tanto le costó conseguir. En este sentido, La Liga ha hecho un movimiento estratégico brillante con vistas al futuro: ha convertido el canal de Ibai Llanos en un medio oficial del campeonato. El caster vasco debutará este mismo domingo, narrando en directo el encuentro entre el Atlético de Madrid, líder actual de la Primera División, y el Valencia.

Quizás has pasado los últimos años en una cueva y no sabes ni qué es un caster ni quién es Ibai. En esencia, es el narrador de toda la vida: alguien que se pone a comentar lo que va ocurriendo en un acontecimiento para que el público lo entienda mejor y para darle más emoción e interés. El término en inglés aludía específicamente a los que se dedicaban a retransmitir partidas de videojuegos, pero con el tiempo han ido ampliando horizontes y ya comentan prácticamente cualquier cosa.

Y Llanos es, probablemente, uno de los mejores y más famosos del mundo en lengua española, lo que le ha hecho ganar millones de seguidores incondicionales. Entre ellos hay incluso futbolistas del más alto nivel que participan a menudo en sus directos; por ejemplo, el Kun Agüero es un habitual, y a través de él ha entrado en escena de vez en cuando ni más ni menos que Leo Messi.

Ibai se dedicará a ir comentando los partidos que se van desarrollando. Para oírlo habrá dos maneras: o hacerlo a través de su propio espacio en Twitch, fórmula habitual hasta ahora que tiene el inconveniente (aunque para muchos es incluso una ventaja) de que en lugar de las imágenes del partido lo que se podrá ver es la cara del comentarista… o bien seleccionar el canal de audio correspondiente en la emisión que televisa Movistar. Esta es precisamente la gran novedad: le han incluido en el elenco de opciones disponibles para sus abonados. De cara a los gestores de nuestro fútbol y a los espectadores, Ibai estará a partir de ahora al mismo nivel que los periodistas de la televisión y las emisoras de radio que podían usarse como alternativas.

Esta tendencia queda clara si se tiene en cuenta que, gracias a este acuerdo, Ibai podrá permitirse hacer previas y pospartidos, con acceso a todo tipo de datos y estadísticas, lo que, aparte de “una sorpresa” que dice tener preparada y que no puede desvelar aún, muy probablemente incluirá entrevistas y participación directa de los jugadores. Hasta ahora, ese privilegio solo lo disfrutaba Movistar en su calidad de cadena con los derechos del espectáculo; otros medios se veían obligados a recurrir a sus imágenes y a sus cortes sonoros. La Liga ha visto que Ibai puede atraerles a gran cantidad de la audiencia más joven que, quizás, se estaba distanciando del deporte en los últimos años.

Pero más allá del movimiento estratégico de Javier Tebas y los gestores del campeonato, la nueva situación tiene implicaciones más profundas. Porque Ibai, por mucho público que tenga y muy ameno que sea su estilo, no es un periodista deportivo (aunque, como él mismo ha contado, sí que tiene algo de experiencia profesional en ese terreno). Al menos, no responde al perfil que toda la vida hemos conocido. Además, trabajará como acostumbra: hablando sobre las imágenes desde su propio domicilio, sin desplazarse al estadio. Ni falta que hace, en realidad.

Porque, aunque sigue habiendo audiencias más tradicionales, el público está empezando a buscar otras cosas que quizás los medios de siempre no quieran, puedan o sepan ofrecer. El propio Ibai reconoce que el partido de este domingo va a ser un experimento, pero que si sale bien, el proyecto podrá continuar a más largo plazo. Lo que implica una competencia directa, otra más, para las fórmulas que conocíamos hasta ahora. Sobre todo para la radio, que en España siempre ha sido la preferida, por su accesibilidad, su bajo coste directo para el consumidor (y más ahora que ya casi no existe fútbol en abierto en la tele) y por motivos históricos.

Porque la información deportiva está viviendo una revolución que muchos aún no han entendido. Ahora con Ibai llega el turno de las retransmisiones en directo, pero ya últimamente estábamos viendo cómo los programas de análisis y tertulias habituales, pese a ser muy ruidosos, empiezan a caer en la intrascendencia. En los últimos tiempos estamos viendo que figuras a priori alejadas de la prensa especializada como Jordi Évole o David Broncano están consiguiendo ganarse el favor tanto de las audiencias… como de los futbolistas, los propios protagonistas del espectáculo, quizás hastiados del tratamiento que reciben en otros espacios quizás más centrados en el morbo y la búsqueda de la polémica que en el propio deporte.

La televisión y la radio llevan tiempo viendo cómo poco a poco les comían el terreno en todos los sectores. El fútbol, hasta ahora, parecía algo intocable, el último reducto en el que mantenerse fuertes, pero este movimiento demuestra que tampoco ahí están a salvo. Que la tendencia marca que los contenidos se presenten de otra manera, tanto en lo referente al canal de transmisión como al formato del producto y el tono en el que se ofrece al consumidor.

Los grandes medios actuales, las grandes cadenas que todavía tenemos como referentes en la información deportiva, tienen dos posibilidades, tres en realidad, para enfrentarse a este nuevo panorama. Una es seguir haciendo lo de siempre pero redoblando sus esfuerzos para centrarse en los oyentes más comunes hasta ahora, confiando en que sigan siendo lo suficientemente numerosos como para mantener el negocio. La otra consiste en adaptarse y buscar nuevas fórmulas para anticiparse al futuro y garantizar su supervivencia. No les quedará más remedio que elegir, porque la tercera sería no darse por enterados, empezar a recibir golpes sin saber de dónde les vienen… y acabar desapareciendo.

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