El locutor, que se refirió a la portavoz de Unidas Podemos como «analfabeta funcional» o «la novia del amo», tendrá que indemnizarla con 3.000 euros.
El juez ha condenado al periodista y locutor de ‘Es Radio’ Federico Jiménez Losantos por haber proferido insultos machistas a Irene Montero, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados.
La sentencia condena a Losantos por «intromisión ilegítima en el derecho al honor», y hace referencia a una serie de descalificaciones e insultos que realizó en antena en su programa de ‘Es la mañana de Federico’.
Estos comentarios se vertieron en diferentes días durante junio de 2017, cunado Podemos presentaba una moción de censura para echar al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En su programa, el locutor se refirió a Montero como «matona barata», «incompetente», «inánime intelectual», «analfabeta funcional», «la pablenina» o «la novia del amo».
«Que alguien diga que esta pobre, porque es una pobre mujer… fatua, engreída… pero es una pobre mujer porque carece de recursos intelectuales…», «Esta matoncilla, esta escrachera de facultad, esta chica que nunca debió aprobar el C.O.U., porque es una matoncilla de C.O.U.» o «…Pero si lo que está prohibido, ¡so ignoranta! Porque tú no eres ignorante eres ignoranta, lo que está prohibido es poder estudiar en español…pero que está prohibido en la dictadura de tus amigotes y amigotas…», fueron otros de sus comentarios despectivos.
Ahora, el juez le condena a pagar 3.000 euros a la política y además Losantos tendrá que leer la sentencia en su programa durante tres días seguidos y en los boletines horarios de las 6, las 7 y las 8 de la mañana.
El locutor todavía podrá recurrir a la decisión ya que la sentencia no es firme.
Losantos ya fue condenado por insultos a Carolina Bescansa
El locutor de radio ya ha tenido que hacer frente a sentencias similares. En mayo de este año, Losantos tuvo que pagar 10.000 euros a Carolina Bescansa por decir que el bebé de la exdiputada de Unidas Podemos «debe estar en algún contenedor, porque ya no lo han vuelto a sacar».
La sentencia calificó dicho comentario como una «falta al honor».
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