Carlos Herrera (COPE): “Entre entrevistar a un presidente o a los fósforos, elijo lo segundo”

La trayectoria profesional de Carlos Herrera bien podría asemejarse a la vida de la perdiz. Esa que allá donde nace quiere morir. Así lo cuentan desde la web cuv3.com a la que ha concedido esta entrevista. Empezó “hace muchos, muchos años” en esa casa donde, a día de hoy, celebra saludar todas las mañanas a sus millones de oyentes. Luego pasó por La SER, RNE y Onda Cero. Emisora en la que estuvo al frente de ‘Herrera en la Onda’ durante once años. También ha dejado su impronta en la pequeña pantalla, en espacios tan dispares como el Telediario (TVE) o Las Coplas, de Canal Sur.



Hace dos años fichó por COPE para santificar el matinal con el que se ha coronado como rey de las mañanas. Y desde sus micrófonos vive con pasión el tramo final de su carrera. En el ecuador de su programa y coincidiendo con la desconexión de las 11:00 (después de las llamadas de ‘los fósforos’), recibe en los estudios de Alfonso XI a los micrófonos de cuv3 para cambiarse las tornas y, por un día, ser el entrevistado. Acaba de hacer historia reuniendo a tres ases de la radio: Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo y José María García, y asegura que “para la edad” que tiene, no se encuentra mal…

Médico de titulación, periodista de profesión

El título de periodista se lo ha otorgado su dilatada y prestigiosa trayectoria. El de médico, la universidad. A estas alturas no se arrepiente de haber estudiado dicha titulación. Aunque reconoce que “habría sido más útil cursar derecho o políticas. También medicina es una carrera humanísticamente muy importante. Letamendi decía: “El que estudia medicina y sólo medicina sabe, ni medicina sabe”. Y como médico, mandaría a la UCI “la disfunción que hay entre la creación de puestos de trabajo y la fabricación de periodistas por parte de las facultades”.

En cuanto a las cualidades que debe tener alguien que desea triunfar en el periodismo, el locutor señala algunas comunes con el resto de profesiones: “Capacidad de trabajo, esfuerzo, renuncia a planes alternativos…” Y otras singulares como: “Curiosidad y, sobre todo, un insobornable apego a la verdad.” ¿Pero debe tener otros rasgos innatos? “A cerca de eso debatía ayer con Iñaki Gabilondo. Él decía que no entendía que en el periodismo fueran consideradas virtudes cosas que en la ciudadanía no lo son: mentir, engañar, no informar, filtrar. El periodista tiene que ser un gran ciudadano. Yo, de hecho, soy ciudadano antes que periodista”.

Al ciudadano Herrera le sigue sonando el despertador todos los días a las 3:30 de la madrugada. ¿Qué necesidad tiene? “Eso mismo me pregunto yo. Voy a cumplir 60 años en unos meses y creo que ya está bien…”, comenta con su característico humor al tiempo que admite estar en el ocaso de su ejercicio profesional más arduo.
“Porque yo seguiré trabajando hasta que la parca se me lleve”. Un trabajo en el que dará rienda suelta a sus gustos, “escribiendo un artículo, o una crónica de viaje”.

Del presidente a los fósforos

Entre sus aficiones se encuentran la cocina, la tauromaquia o las coplas, de las que hizo el exitoso programa Coplas de mi SER. “Me lo pasé muy bien… Siete años escuchando coplas, que me gustan mucho. Añadiendo un lenguaje diferente al menos nacional-folclórico y teniendo un éxito razonable”, recuerda con nostalgia. Aunque para nostalgia la que siente cuando rememora lo que fue ese momento en el que tuvo sentados al mismísimo Camarón, la Jurado o Curro Romero en el programa Primero Izquierda (TVE 1991): “Esa reunión lo que valía…”

El almeriense, sin duda, destaca por su versatilidad. Lo mismo entrevista al presidente del Gobierno, que interroga a sus incondicionales fósforos. “Es indudable que la respuesta de un presidente condiciona muchas cosas. Sus decisiones influyen mucho la vida de los demás. Pero la frescura, realidad y cotidianidad que te envía alguien que te ha llamado para contarte su vida, es una forma tan fresca de ser tú también cotidiano y de estar en conversación con un igual, que enriquece muchísimo. Si tuviese que elegir entre una cosa y otra, elegiría la segunda”.

En un futuro cercano, Herrera dejará de estar en la onda de los obispos. Su carrera desembocará, como el Guadalquivir lo hace en Sanlúcar de Barrameda, en una parsimonia donde disfrutará haciendo lo que más le gusta. Quién sabe si, como el que vuelve a Sevilla, volverá la primavera al presentador para seguir deleitando a sus seguidores con programas de gastronomía, toros…. o coplas.

Mientras tanto, saborea el final de su carrera radiofónica con un éxito considerable y con la cotidianidad del que lleva 20 años celebrando saludar a gente tan diferente -y a la vez tan igual- como el presidente Rajoy, o la fósfora Loli.

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